Una buena noticia sobre el avance en la astrofísica: a más de 100 años de que Einstein elaborara su teoría general de la relatividad, científicos pudieron comprobar que tenía razón y que efectivamente las estrellas danzan de una manera muy peculiar alrededor de los agujeros negros supermasivos, o por lo menos de Sagitario A*, el que está en el corazón de la Vía Láctea.
En 1915 Einstein se dio cuenta de que su recién formulada teoría explicaba una extraña rareza en la órbita de Mercurio que parecía orbitar en espiral alrededor del Sol: el trayecto de la estrella formaba una especie de flor.
¿Cómo comprobar la teoría de Einstein?
A 26.000 años luz del Sol está el agujero negro supermasivo Sagitario A*; el denso cúmulo de estrellas que hay a su alrededor "proporcionan un laboratorio único para poner a prueba la física en un régimen de gravedad extremo e inexplorado", según lo explica el artífice del programa que empezó a trabajar hace 30 años para corroborar la teoría, Reinhard Genzel, director del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre (MPE) en Garching (Alemania), informa el comunicado del European Southern Observatory (ESO).
En su aproximación más cercana al agujero negro, S2 atraviesa el espacio a casi el 3% de la velocidad de la luz, completando una órbita una vez cada 16 años. Tras seguir a la estrella en su órbita durante más de dos décadas y media, lograron corroborar que S2 tiene un movimiento de precesión: su ubicación cambia cada vez que termina un giro orbital, de modo que la siguiente órbita gira con respecto a la anterior, creando una forma de rosetón. Vale recordar que la mayoría de las estrellas y planetas tienen una órbita no circular y, por lo tanto, se acercan y se alejan del objeto alrededor del cual giran.
El "efecto rosetón" (conocido como precesión Schwarzschild) había sido visto por primera vez en la órbita del planeta Mercurio alrededor del Sol; la primera evidencia a favor de la relatividad general planteada por Einstein, pero hasta ahora no se había podido medir.