Una disputa territorial tensa las relaciones ruso-japonesas desde hace décadas. Rusia y Japón llevan enfrentadas desde el final de la Segunda Guerra Mundial por las islas Kuriles. Reacias a renunciar al territorio, ambas potencias siguen sin firmar un acuerdo de paz que ponga fin a la discusión, aunque al parecer en 2018 estuvieron a punto de conseguirlo.
"Había sensación de que nos estábamos aproximando a unas conversaciones cuyo contenido buscaría ya la firma (del tratado)", dijo Abe en una entrevista con el diario Nikkei.
El presidente Vladímir Putin "tenía intención de alcanzar una solución" durante su visita oficial a Japón en diciembre de 2016, según el ex primer ministro. Y dos años después, en noviembre de 2018, durante la reunión entre ambos en Singapur, los dos países estuvieron "más cerca que nunca" de firmar el tratado de paz.
Shinzo Abe, quien abandonó su cargo el 16 de septiembre por problemas de salud y tras convertirse en el primer ministro que más tiempo ha ocupado su puesto en la historia moderna, tras cumplir 3.188 días como primer ministro.
La disputa territorial en torno a las Kuriles tiene su origen en 1956, cuando Rusia y Japón firmaron una Declaración Conjunta. En virtud de esta, Moscú aceptaba transferir las dos islas meridionales a Tokio, pero este último consideró que le debían pertenecer las cuatro islas: Iturup, Kunashir, Shikotan y Habomai, del archipiélago de las Kuriles.
Japón se escuda en el Tratado Bilateral de Comercio y Fronteras que firmó con Rusia el 7 de febrero de 1855.
Moscú, a su vez, subraya que esos territorios fueron traspasados a la Unión Soviética por acuerdos internacionales al término de la Segunda Guerra Mundial y que Rusia asumió su soberanía como sucesora legal de la URSS.