"La eficiencia de Novichok era equiparable a la de un arma nuclear del mismo volumen o masa, pero resultaba mucho más barato, además de que habría dejado intactos los bienes del enemigo, si se hubiera usado. Todos los edificios y equipos. Solo habría que lavarnos para poder utilizarlos en beneficio propio", dijo Rink.
A los investigadores, según él, les habían marcado el objetivo de maximizar el efecto de Novichok y a un mismo tiempo limitar su duración para no poner en riesgo a las tropas atacantes, de manera que pudieran atravesar el territorio en que se hubiera empleado y "dedicarse a otras tareas" .
Muestras tomadas a Navalni
Asimismo, Leonid Rink opinó que los rastros de un inhibidor de colinesterasa en las muestras tomadas al opositor ruso Alexéi Navalni son atribuibles a los fármacos con que fue tratado luego de entrar en coma.
Al mismo tiempo, Rink reconoció que tanto los compuestos de fósforo, entre ellos Novichok, como otros agentes tóxicos, también pueden inhibir la colinesterasa, una enzima vital para el funcionamiento del sistema nervioso.
El creador de Novichok descartó sin embargo que Navalni fuera envenenado con esa sustancia.
Los primeros síntomas, según él, se habrían manifestado "en cuestión de minutos" y la muerte habría ocurrido "dentro de los 10 minutos".
El 22 de septiembre, el opositor ruso Alexéi Navalni fue dado de alta del hospital universitario Charité en Berlín, tras pasar allí 32 días, 24 de ellos en cuidados intensivos.
Navalni fue trasladado a Berlín después de haber pasado dos días en un hospital de la ciudad rusa de Omsk, luego de que perdiera el conocimiento durante un vuelo.
Según los médicos de Charité, los síntomas de Navalni apuntaban al envenenamiento con un inhibidor de colinesterasa.
Un laboratorio militar de Alemania y, posteriormente, laboratorios de Suecia y Francia determinaron que el opositor ruso había sido envenenado con un agente del grupo Novichok, una sustancia prohibida por la Convención sobre las Armas Químicas. Alemania proporcionó las muestras correspondientes a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas.
Desde Moscú califican de infundada la versión alemana sobre lo ocurrido con Navalni y dicen esperar respuestas oficiales a las solicitudes enviadas a Berlín.