Nunca antes en la historia de la ONU una crisis sanitaria había moldeado la apariencia del hemiciclo que alberga la Asamblea General de la ONU. Gradas semivacías, ausencia de mandatarios, discursos virtuales, y todo ello en el 75 aniversario de la institución.
Pero el nuevo coronavirus no solo ha provocado cambios en el formato de la convocatoria internacional más importante del año, los discursos de los diferentes países han sido moldeados para dar cabida a uno de los desastres más importantes de los últimos 75 años.
Pero lejos de aportar soluciones globales a problemas globales, esta crisis ha sacado a la palestra y pronunciado los contrastes y diferencias entre los países a la hora de responder al reto sanitario, y todo ello destaca en los discursos presentados ante la Asamblea.
Globalismo versus nacionalismo
Los discursos del mandatario de China, Xi Jinping, y del presidente estadounidense, Donald Trump, reflejan la brecha existente entre dos países con dos visiones opuestas, no solo en lo que respecta al comercio y la geopolítica sino también en lo que concierne a las conclusiones que sacan de la pandemia.
China hilvanó su discurso enlazando la palabra "globalización" y "global" —mencionadas en el discurso 23 veces— con el "COVID-19" y "pandemia". En definitiva, China se presentó ante el mundo como el adalid de la globalización a la que denomina "tendencia histórica" en sintonía con la ideología marxista que sigue vertebrando al Partido Comunista Chino.
EEUU por el contrario hizo referencia en 13 ocasiones al término "país", "EEUU" y "América" —en el sentido de EEUU y no en referencia al continente. La siguiente cita, extraída del discurso de Trump, resume su defensa a ultranza del nacionalismo: "Como presidente, he rechazado los enfoques del pasado y me siento orgulloso de poner a Estados Unidos primero, tal y como ustedes deberían poner a sus países. Es lo que deberían hacer".
Cooperación versus competencia
Otro contraste palpable en los discursos de EEUU frente a los de China o Rusia es la referencia a términos que destacan la competencia frente a la cooperación. Así encontramos que la palabra "récord", utilizada para destacar los logros de su país frente a la pandemia, fue mencionada por Trump en dos ocasiones, la palabra "líder", en referencia a su país, dos veces, y la palabra "mayor" en alusión a la economía estadounidense y en el sentido de "mejor", cinco veces. Y todo ello en un discurso de apenas 7 minutos. Sin embargo, el término cooperación o colaboración no se menciona en el discurso en ningún momento.
El presidente ruso, Vladímir Putin, también la empleó en un par de ocasiones para destacar la necesidad de cooperar en materia de vacunas, al ser estas últimas el único recurso efectivo de acabar con la pandemia de una vez por todas. Además destacó el trabajo de "voluntarios, médicos y ciudadanos de diversos países que mostraron y muestran un ejemplo de cooperación y apoyo, una solidaridad que no conoce fronteras".
Al parecer esta sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas pasará a la historia como una edición, en plena pandemia, de contrastes y disonancias marcadas al son del señor Donald Trump.