"Mientras la pandemia se iniciaba y se extendía, la necesidad inmediata era replantearse el espacio entre los edificios —en particular en la abrumadora cantidad de espacio que le hemos rendido a los autos—, para dar más espacio a otras formas de tránsito, como caminar y andar en bicicleta, para que la gente pudiera salir al exterior cerca de su casa de forma segura", explicó a Sputnik el urbanista canadiense Brent Toderian.
Seis recomendaciones para las ciudades
Los seis consejos de Toderian para hacer que las ciudades sean un lugar habitable por todos durante la pandemia:
- Crear muchas ubicaciones: las ciudades no deberían crear "unos pocos lugares especiales", sino generar espacio en "en todas partes"
- Generar ubicaciones ordinarias, no sexies: no deberían ser lugares "atractivos": "No estás tratando de crear un destino, en realidad estás tratando de crear una amenidad ordinaria, muy local, que proporcione un espacio para respirar en la ciudad durante la pandemia", comentó Toderian.
- Que las ubicaciones sean hiperlocales: que estén cerca de la gente y no se conviertan en destinos, para que las personas no tengan que arriesgar su salud para llegar hasta allí y tampoco se genere hacinamiento.
- Las ubicaciones deben estar "en red": podrían tomarse algunos carriles de las calles destinadas a los autos, y pocos sectores destinados al estacionamiento, y generar una red que sirva para que las personas puedan moverse entre las ubicaciones, respetando el distanciamiento social. También deberían poder servir como rutas hacia los parques y espacios más amplios.
- Mantener los parques y espacios verdes abiertos.
- No "concentrarse" en el control policial (como lo estaba la ciudad de Nueva York) para hacer respetar el distanciamiento, sino tomar medidas ahora.
"Las ciudades latinoamericanas fueron las primeras en mostrar el liderazgo en esto, y a menudo con el liderazgo y transformaciones más dramática", dijo Toderian. Uno de los ejemplos es Bogotá, en Colombia, "probablemente la primera en transformar kilómetros y kilómetros de líneas de automóviles en espacio adicional para caminar y andar en bicicleta", contó. Además de los 80 kilómetros de ciclovías temporales que se inauguraron durante la pandemia, la alcaldesa, Claudia López Hernández, aseguró que "se van a quedar permanentes, 24 horas al día, siete días a la semana".
Bicicletas vs. automóviles
¿Las ciclovías serán uno de los cambios implementados que permanecerán en el resto de las ciudades? Quizá una de las consecuencias positivas que ha traído la pandemia haya sido el resurgimiento del ciclismo. El confinamiento necesario para evitar la propagación del COVID-19 "le dio a la bicicleta la oportunidad de demostrar que es el modo de transporte urbano más seguro y eficiente", asegura la Federación Europea de Ciclistas. Como resultado, gobiernos nacionales y locales de todo el mundo han comenzado a implementar varias medidas para alentar el uso de la bicicleta.
Mantener los más de 2.300 kilómetros de ciclovías que se prometieron instalar durante la pandemia en Europa, daría lugar a beneficios para la salud que significarían un ahorro de 3.000 millones de dólares al año, según un estudio publicado en ArXiv.org.
¿Cómo serán las ciudades pospandémicas?
Aunque tal vez sea demasiado pronto para predecir los cambios pospandémicos y que a largo plazo caracterizarán a las ciudades, Toderian aseguró que a sus seis consejos para que las ciudades puedan sobrellevar la pandemia, agregaría otra discusión: el replantearse esos espacios no solo para transitar, sino para muchas otras actividades.
"El espacio debe ser reconsiderado para muchas cosas, no solo caminar y estar al aire libre, sino también para que haya asientos al aire libre para restaurantes, espacios comerciales, tiendas minoristas y otros negocios que necesitan subsistir", aseguró.
Toderian considera que el fracaso o éxito que las ciudades logren en el manejo de la crisis del coronavirus, "dependerá completamente de su voluntad de reconsiderar el espacio que se ha entregado a los coches. Si no están dispuestas a reconsiderar ese espacio, fracasarán", concluyó.
Las ciudades ya enfrentaban problemas generados por los automóviles antes de la pandemia.
- Contaminación atmosférica.
- Violencia en el tráfico.
- Congestión.
- Exceso de espacio para los autos, y no el suficiente para lograr una buena calidad de vida de las personas.
Además, hizo hincapié en que las ciudades deben mantener conversaciones con los diferentes actores de la comunidad, "para asegurarse de que se están haciendo las cosas de la manera más inteligente posible, y en vez de solucionar un problema, no se termine generando otro", indicó Toderian. "Es particularmente importante que haya equidad social y políticas antirracistas", aseguró.
El Día Mundial Sin Automóvil 2020
A partir de la crisis petrolera de 1973, comenzaron a aparecer las primeras ideas para desincentivar el uso del automóvil y promover medios de transporte más eficientes para proteger el medio ambiente. Sin embargo, recién en octubre de 1994 se organizaron las primeras jornadas sin autos, según la historia relatada en la web de Naciones Unidas.
Cada 22 de septiembre se insta a los ciudadanos a dejar el auto y probar nuevos medios de desplazamiento.