En Colombia, por cada 10 mujeres que deciden ligar sus trompas con fines anticonceptivos, solo un hombre se realiza la vasectomía. En Argentina, la demanda de vasectomías creció un 40% entre 2018 y 2019, sobre todo de parte de los jóvenes, incluso menores de 25 o 20 años, que ya saben que no quieren ser padres.
"La vasectomía es un método de contracepción quirúrgico de baja complejidad que en Argentina está habilitado por ley desde el 2006. Al igual que la ligadura de trompas en la mujer, se usa como alternativa en pacientes que no pueden utilizar otros métodos anticonceptivos, pero no protege contra las enfermedades de transmisión sexual", dijo el médico urólogo argentino Andrés Medrano.
"Es más sencillo por una cuestión anatómica, porque los conductos deferentes están accesibles a nivel del escroto. Con pequeñas incisiones de ambos lados, de un centímetro, uno lo puede resolver. Mientras que en la mujer hay que acceder a la cavidad pelviana", añadió Medrano.
A pesar de que cada vez reciben más consultas por vasectomías, aún hay muchos mitos en torno a los resultados de este proceso como la pérdida de virilidad, la disminución del placer sexual y la ausencia de eyaculación en el orgasmo.
"Lo que les explicamos es que no hay ningún cambio hormonal, ningún cambio en el deseo. Solo se interrumpe el circuito de los espermatozoides del testículo al eyaculado. Pero el paciente sigue eyaculando de igual manera", aseguró el urólogo.
La efectividad de la vasectomía es de entre un 98 y un 99% pero no inmediata. Los primeros tres meses deben utilizarse otros métodos anticonceptivos. Revertir el procedimiento es posible con otra cirugía, pero esta tiene un porcentaje de éxito de alrededor del 40%.
Esto y más en Big Bang.