Ahora que fue deportado a España, este barcelonés no descarta incluso recurrir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos para demandar a lo que califica como el "régimen" de Lituania, un país donde las persecuciones, las desapariciones y las torturas por razones políticas, no son algo inusual, según denunció a Radio Sputnik.
Miquel Puertas, quien estuvo "trabajando y viviendo en Lituania por 10 años", entre 2006 y 2016, ejerciendo como profesor en la estatal Universidad Vytautas Magnus, llegó a conocer la otra cara del país cuando empezó a expresar en Facebook su desacuerdo con el apoyo occidental al golpe de Estado en Ucrania que en 2014 derrocó a Víctor Yanukóvich, un presidente "elegido democráticamente".
Pero sí aceptó la de la Universidad Nacional de Donetsk, la principal de la Ucrania oriental, donde trabajó dos años hasta volver a España en 2018.
Este mes de agosto, Miquel Puertas decidió ir de vacaciones a Lituania, donde descubrió que se encuentra en una 'lista negra' de los servicios de seguridad de ese país, algo que implica la prohibición de su entrada a territorio lituano por cinco años, hasta 2023.
Lo supo al haber sido detenido y puesto en un centro de refugiados, donde permaneció más de una semana "privado de libertad".
"No me dejaban tener acceso a Internet ni nada", relató entre otros detalles de su "desaparición", al denunciar la "indefensión jurídica" frente a "una lista que no es pública, que es secreta y que no tiene control judicial de ningún tipo".
"Simplemente, si te incluyen en esa lista, te pueden deportar", apuntó Miquel Puertas, quien se mostró decidido a utilizar todas las medidas legales para "forzar al Gobierno lituano a retirar esa lista", en la cual se encuentran también periodistas de Sputnik, entre otras personalidades que no son de agrado de Lituania.
De acuerdo a este español, una de las razones principales por las que está en el punto de mira de ese país, es porque cuestiona a sus héroes nacionales que "habían colaborado con el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial", donde Jonas Noreika, el llamado 'General Tormenta', "básicamente se dedicó a matar judíos".
"Si tu cuestionas esto, puedes tener problemas muy serios: puedes acabar en la cárcel o puedes acabar deportado como yo, simplemente por decir algo que son datos históricos. El régimen lituano tiene este problema de construcción de su propia identidad, y todo lo que sea cuestionar su historia lo consideran como una especie de ataque a su independencia", enfatizó.
De acuerdo a Miquel Puertas, los verdaderos "enemigos" de Lituania no son aquellos que se permiten analizar la historia de manera objetiva, sino que son los responsables de la "persecución política" existente en el país.
Como ejemplo, citó el caso del político opositor Algirdas Paleckis, exdirigente del Frente Popular Socialista de Lituania, quien no deja de ser presionado por la máquina judicial lituana bajo diferentes pretextos, donde la verdadera razón es su desacuerdo con las tergiversaciones históricas que buscan demonizar a Rusia.
En este contexto, Miquel Puertas volvió a repudiar los intentos de "reescribir la historia", algo que calificó como "vergüenza".