El resultado de la operación podría redundar en la creación del mayor banco español por volumen de activos. En la actualidad Caixabank es la tercera entidad del país y Bankia la cuarta, atendiendo a este aspecto.
Resulta que la empresa que tiene que valorar las cuentas de Bankia en la fusión con CaixaBank es Deloitte. La misma Deloitte que fue imputada y condenada por su valoración de Bankia antes de salir a bolsa... nos mean y ya ni se molestan en decir que llueve... pic.twitter.com/2vTHGNmRvX
— Economista Cabreado (@EconoCabreado) September 16, 2020
El efecto bursátil de la convocatoria de los consejos de administración de ambos bancos ha sido evidente: su cotización ha ganado enteros en el caso de Bankia (un alza cerca del 2,5%) y CaixaBank abandona los números rojos. Y todo esto en un contexto en que el resto de entidades bancarias cotizan a la baja. Tras el acuerdo, los accionistas deberán dar el visto bueno a la operación, que llegará como pronto a finales de octubre, habida cuenta de que la convocatoria de las juntas extraordinarias de accionistas debe realizarse con al menos un mes de antelación.
La posible fusión de Bankia y Caixabank ha sido bien acogida por los mercados. Desde el Gobierno defenderemos el interés general; trabajaremos para maximizar la participación pública y dar certezas al sector financiero, clave en la recuperación del país. #LaHoraPedroSánchez pic.twitter.com/bF9mRNUtu9
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) September 7, 2020
Pero, de entrada, la operación podría no ser lo que parece, al menos desde el punto de vista semántico. "Las fusiones no existen, siempre se trata absorciones", declara a Sputnik el economista Santiago Niño Becerra. "Una empresa, bancaria o no, absorbe a otra. Punto", afirma tajante.
"Es verdad que la absorción puede ser más o menos agresiva o más o menos pactada, pero siempre se trata de alguien que absorbe a otro. En este caso, CaixaBank va a absorber a Bankia".
Las cifras de la operación
Los activos del nuevo gigante bancario ascienden aproximadamente a 650.000 millones de euros y contará de inicio con unas 6.600 oficinas, de las que 4.400 corresponden a la entidad catalana CaixaBank y más de 2.200 a la nacionalizada Bankia, con sede en Madrid y Valencia.
La plantilla conjunta supera los 51.000 empleados (35.600 de la primera y unos 16.000 de la segunda). La fusión de los dos negocios implica primeramente una unión societaria y luego otra estructural. Este proceso provocará fuertes cambios tanto en el número de oficinas como en el de empleados, dado que ambos bancos gozan de una presencia significativa en algunas regiones, como Madrid y Levante.
En otras palabras, muchas oficinas cerrarán y habrá despidos en el sector, ya castigado. Se incentivarán las prejubilaciones y las bajas, aunque los sindicatos señalan que ya hubo un recorte de personal en los dos bancos hace dos años que afectó a más de 4.000 empleados. El economista Santiago Niño, estima los posibles despidos en "10.000 empleos entre las dos entidades", junto con una "reducción de la competencia".
🔴 Fusión Bankia-CaixaBank:
— CCOOBankia (@CCOOBankia) September 14, 2020
La firma de un magnífico acuerdo con Bankia en julio, liderado por CCOO, cobra en la actualidad mucho más valor.
El valor del trabajo bien hecho 💪💪https://t.co/Tvrfx2ttSe#MarcamosLaDiferencia#CCOOntigoDíaaDía#CCOOseMueve
Con el aliento comunitario
Esta operación de concentración bancaria se materializa en un contexto en el que el Banco Central Europeo (BCE) recomienda a las entidades financieras del continente fusionarse. La idea es hacer rentable un negocio que se ha deteriorado desde 2008.
Este catedrático de Estructura Económica de la Universidad Ramón Llull de Barcelona señala que tras la operación de fusión subyacen motivos tanto económicos como políticos, que no entra a valorar. "Los bancos han ido mirando hacia otro lado hasta que los tipos de interés reales negativos les han hecho ver que con la estructura tradicional un banco no tiene futuro. La única salida que queda es una cadena de absorciones que permitan reestructurar las entidades y reducir costes", afirma.
Los grandes bancos españoles cotizan actualmente a un precio bastante inferior a su valor en libros, lo que les hace ser bocados muy apetecibles para una absorción por parte de otros gigantes financieros.https://t.co/r174x6AWlr pic.twitter.com/TBdqEdSGi7
— Pedro Ramiro (@pramiro_) September 14, 2020
¿Recuperará el Estado las ayudas a Bankia?
Esta entidad bancaria, resultante de la fusión en 2010 de siete cajas de ahorro, fue rescatada con dinero público en 2012. "Del montante de lo que supuso el rescate, unos 24.000 millones de euros, apenas se han recuperado 3000 millones", recuerda Daniel Albarracín. "Y aunque aún sigue acumulando activos tóxicos de la herencia de la crisis inmobiliaria, estaba siendo rentable".
"La operación presupone que no se podrá devolver el rescate. En un contexto bajista del mercado de valores, la revalorización coyuntural del 20% de las acciones de Bankia queda lejos de la multiplicación por 11 que requeriría para poder cubrir el valor del rescate", constata Daniel Albarracín.
Este especialista, también consejero de la Cámara de Cuentas de Andalucía, apunta al inevitable hecho de la privatización de un banco que de facto es público. "Se pone un puente de plata a la privatización, aunque haya miembros del Gobierno que deseen mantener el accionariado público, que ahora queda reducido al 14% de la entidad, con Fundación La Caixa como principal propietario y decisor". Tras su rescate en 2012, el Estado controla actualmente un 60% de Bankia.
Ante la brutal subida de comisiones de Caixabank, FACUA aconseja considerar las ofertas de otros bancos. El coste de tener una cuenta abierta en la entidad puede alcanzar los 240 euros al año si no se contratan otros productos y servicios.https://t.co/myDiMFLb0Y
— Bea Talegón 🎗🔻 (@BeatrizTalegon) September 15, 2020
Otras variables
El valor de las acciones de Bankia estaba estancado, "pero ahora se diluye en una marca de valor", afirma el profesor Niño Becerra. "Y a CaixaBank, que había llegado a un techo de crecimiento, se le abren nuevas posibilidades al eliminar un competidor y tener una posición casi dominante en diversos lugares de España".
Otro factor a tener en cuenta es la participación de la Fundación La Caixa en el nuevo entramado. Dirigida por Isidre Fainé, actualmente dispone del 40% del accionariado de CaixaBank, pero su participación en el nuevo grupo podría rondar el 30%. Esto es un elemento clave, pues un valor superior da opción a "recabar ventajas tributarias, que alivien los riesgos asumidos y que ya acumulaba Caixabank en activos tóxicos", recuerda Daniel Albarracín.
"Las posibilidades de concentrar las bajas entre el personal de Bankia, de edad media mayor, y las redundancias de centrales en las mismas ciudades, les hace posible generar ahorros, dentro de la estrategia de desinversión selectiva y promoción del servicio digital", afirma este economista".
La fusión de Caixabank y Bankia ya está hecha. Cincuenta cajas y bancos menos desde 2008. Ya solo quedan diez, y al Banco de España y al BCE todavía le sobra alguno. El Sabadell es el siguiente. El mapa bancario queda de momento así.https://t.co/QCVuEp7n8H pic.twitter.com/Dh87C8Zc3X
— Luis Cano (@lcsantacruz) September 16, 2020
La pandemia en el contexto de la operación
Para Santiago Niño, el sistema bancario español es "particularmente preocupante", dado el pequeño tamaño de sus bancos. "La posibilidad de ser absorbidos por una entidad bancaria exterior es real", afirma.
Este profesor, que siempre ha sostenido que la pandemia de coronavirus simplemente ha acelerado una crisis que estaba más que larvada, conecta la amenaza de la morosidad con el virus. "La pandemia de COVID-19 puede llevar a un aumento enorme de la morosidad, lo que afectaría muy negativamente a los bancos españoles. A los de toda Europa, pero sobre todo a los más pequeños".
El desgaste político
El nuevo ente financiero puede ser un motivo de fricción entre los socios de la coalición de gobierno en España, PSOE y UP. A nadie se le escapa que los segundos, que siempre han apostado por la creación de una verdadera banca pública, están incómodos con una operación con la que, en palabras de Daniel Albarracín, "no guardan complicidades".
Según este antiguo profesor de la Universidad Complutense de Madrid, el caso "confirma la primacía de la orientación neoliberal del gobierno en su conjunto" y difumina las medidas en materia de escudo social impulsadas por UP, "ante la ausencia de reformas fiscales que las sufraguen". "Esta absorción anticipa otras, como la que se rumorea entre el BBVA y el Banco de Sabadell".
En este ambiente los intereses son opacos y "la élite de los grandes partidos políticos coordina los intereses de las clases dominantes", remata Albarracín. [La ministra] Nadia Calviño está jugando este papel en este momento, como perfecto enlace entre la élite europea y la española".
"¿Podría eso apuntar a movimientos ulteriores de nuevas fusiones? No lo sabemos, pero sí parece que el círculo de las élites se acota claramente", concluye este economista.