"La sentencia será muy posiblemente equivalente a la pena de muerte. Esa es mi opinión", afirmó Lewis en su posición como experto legal de la defensa de Assange.
El abogado neoyorquino, con 35 años de experiencia en casos de terrorismo y seguridad nacional, testificó por videoconferencia en la primera jornada de la segunda semana de audiencias, tras la suspensión de las vistas debido al riesgo de contagio de coronavirus.
Incluso Assange llegó por primera vez con máscara al espacio acristalado desde donde sigue las sesiones desde que comenzaron el 7 de septiembre.
Mientras, el abogado Lewis explicó las repercusiones de los sucesivas alteraciones en el auto de procesamiento emitido contra el profesional australiano, que pasaron de un cargo inicial de conspiración de pirateo informático a otros 17 presuntos delitos de espionaje por obtener y difundir información confidencial.
"Todo apunta a un enfoque muy agresivo respecto a la condena", declaró.
Según el experto legal, la ampliación de los cargos y de la narrativa de la supuesta conducta delictiva "refleja" la posición del Gobierno del presidente Donald Trump y un "abuso de poder de la autoridad federal".
En su testimonio escrito, el letrado observa que la situación cambió cuando "la administración del señor Trump tomó el poder y comenzó a utilizar del Departamento de Justicia para avanzar su agenda política".
Reclusion solitaria
Lewis reconoció que está cobrando unos 100 dólares por hora —la tarifa en asistencia legal estatal, dijo— por su trabajo como experto penal de la defensa.
Y aseguró que, de ser extraditado, Assange será encarcelado en condiciones similares al confinamiento solitario, antes y después del juicio sobre la serie de cargos relacionados con la publicación en WikiLeaks de informes y partes de las guerras de Irak y Afaganistán, además de cables diplomáticos y documentos sobre los presos de Guantánamo.
"Este es un caso de seguridad nacional … casi siempre les encarcelan bajo el régimen de 'medidas administraciones espaciales?", explicó de acuerdo con su experiencia profesional.
Assange sufre el síndrome de Asperger, entre otros problemas, según afirmó días atrás su novia, la abogada Stella Moris, y sugirió el representante de la fiscalía británica en su interrogatorio de su tocayo Lewis.
La defensa trata de probar que consentir la extradición violaría los derechos humanos del expatrón de WikiLeaks y podría en peligro su vida dada su vulnerabilidad física y psíquica.
Fallo técnico
La audiencia se interrumpió a media jornada por problemas técnicos con las transmisiones, según indicó la jueza.
Ambas partes tienen derecho a recurrir la decisión que tome la jueza en este extraordinario pulso que se disputa en la capital británica y que bien podría llegar hasta la Corte de Derechos Humanos de Estrasburgo.
El veredicto final indicará si la libertad de prensa tiene prioridad sobre la protección de secretos de Estado aunque encubran abusos de poder, como sugieren imágenes y documentos escritos difundidos por WikiLeaks y otros medios internacionales.