Las pruebas de la última etapa de la vacuna experimental, que es una de las más avanzadas en desarrollo, se habían suspendido esta semana después de que un participante del estudio se enfermara en el Reino Unido.
"El proceso de revisión estándar provocó una pausa voluntaria en la vacunación en todas las pruebas globales para permitir la revisión de los datos de seguridad por parte de los comités independientes y reguladores internacionales", dijo AstraZeneca.
La compañía dijo que no podía revelar más información médica.
"Todos los investigadores y participantes de la prueba recibirán la información relevante y esta también se divulgará en los registros clínicos globales, de acuerdo con todos los estándares regulatorios y los de las pruebas clínicas", agregó AstraZeneca.
Un enfoque equivocado
Por su parte, el director del Fondo de Inversión Directa de Rusia, Kiril Dmítriev, celebró la decisión de la farmacéutica británica de seguir con las investigaciones.
"Nos complace que AstraZeneca haya reanudado su investigación y siga avanzando. Al mismo tiempo, la situación con su suspensión ha demostrado claramente el enfoque equivocado cuando países se centran exclusivamente en nuevas plataformas no verificadas a la hora de elegir una vacuna, ya sea un vector adenoviral de mono o la tecnología de ARNm", apuntó Dmítriev.
Agregó que en EEUU y Europa occidental, la plataforma probada de vectores de adenovirus humanos representa solo el 15% del total de las vacunas adquiridas.
"Esta situación pone en tela de juicio el enfoque correcto de empresas farmacéuticas que transfieren completamente los riesgos de las vacunas adquiridas a los países compradores. Rusia no seguirá este enfoque, ya que ve la seguridad y la eficiencia de la plataforma adenoviral humana, incluida la vacuna Sputnik V", concluyó.