Rusia inició esta semana la tercera fase de los ensayos clínicos de la vacuna contra el coronavirus con la participación de unos 40.000 voluntarios. El pasado 11 de agosto, Rusia registró oficialmente su vacuna contra la COVID-19, que se desarrolló en el Centro de Epidemiología y Microbiología Nikolái Gamaleya y se producirá en cooperación con el Fondo Ruso de Inversión Directa (RFPI). El fármaco completó dos fases de ensayos, cuyos resultados fueron publicados a principios de septiembre por la prestigiosa revista The Lancet. Según los desarrolladores, la vacuna demostró una inmunogenicidad estable y protegerá contra el nuevo coronavirus por un plazo de hasta dos años.
El director del RFPI, Kiril Dmítriev, dijo que el fondo recibió solicitudes de más de 20 países para adquirir 1.000 millones de dosis de esa vacuna. Rusia, según él, logró acuerdos para producirla en cinco países, donde las capacidades disponibles permiten obtener hasta 500 millones de dosis al año.
Brasil a la vanguardia
"El Fondo Ruso de Inversión Directa y la Secretaría de Salud del estado brasileño de Bahía firmaron un acuerdo de cooperación para suministrar a Brasil hasta 50 millones de dosis de la vacuna rusa Sputnik V, la primera vacuna registrada en el mundo contra el coronavirus", destaca una nota difundida este 10 de septiembre por el RFPI.
El acuerdo inicial fue firmado el 8 de septiembre y contempla el acceso a los datos científicos de la vacuna, pero no implica el inicio de los estudios clínicos de la vacuna en voluntarios en este estado. Bahía será el segundo estado brasileño en testar la vacuna rusa, tras el acuerdo al que llegó el estado de Paraná (sur) en las últimas semanas.
México pregunta por las vacunas rusas
Rusia entregó a México información científica sobre las fases I y II de ensayos clínicos de la vacuna Sputnik V contra COVID-19, con vistas a que entre 500 y 2.000 voluntarios participen en la fase de III de investigación, dijo el 10 de septiembre el canciller mexicano, Marcelo Ebrard.
"Ya entregaron [las autoridades rusas] los resultados de la fase I y II; hoy hubo una conversación larga [bilateral], estuvieron nueve representantes de la Secretaría de Salud de México, y creo que ya tienen todos los elementos necesarios para poder tomar una resolución respecto a la fase III, lo que es el objetivo nuestro", apuntó el canciller a la prensa.
Con anterioridad la empresa farmacéutica mexicana Landsteiner Scientific y el RFPI firmaron un acuerdo sobre el suministro a México de 32 millones de dosis de la vacuna rusa Sputnik V. Las primeras entregas están programadas para noviembre de este año, "cuando se obtenga la aprobación por parte de las autoridades reguladoras gubernamentales mexicanas", indicó el RFPI.
La entidad rusa sostuvo consultas con representantes del Ministerio de Salud mexicano, del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán y del Ministerio de Exteriores sobre la lucha contra las enfermedades infecciosas y el COVID-19, incluido el desarrollo de vacunas. "México se interesó por el desarrollo de la vacuna EpiVacCorona contra el nuevo coronavirus", dice el comunicado.
El lunes 7 la jefa de Rospotrebnadzor, Ana Popova, adelantó que el centro Vector concluirá las pruebas clínicas de su vacuna el 30 de septiembre.
Sputnik v a volar
Para satisfacer la alta demanda de vacunas, el RFPI pretende producir este año una alta cifra: "Pensamos producir en el extranjero en lo que resta de año unos 200 millones de dosis de vacunas y más de 500 millones el año que viene", declaró el director del RFPI, Kiril Dmítriev, en una videoconferencia con representantes de países de América Latina.
La región latinoamericana es una de las más afectadas del mundo por la COVID-19, con Brasil, Colombia, Perú y México como los países con más casos confirmados según la Organización Mundial de la Salud, de ahí que estos países centren sus esperanzas en la efectividad de Sputnik V y desde ya se aprestan a estar en la órbita de la vacuna rusa.