El conservador Friedrich Mertz, candidato a líder del Partido de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), había abogado anteriormente por una moratoria de dos años a la construcción del gasoducto debido a la situación en torno a Navalni.
Según tres funcionarios del Bundestag (Parlamento federal alemán) citados por Bloomberg, la coalición de Merkel —integrada por la CDU, su partido hermano, la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU) y el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD)— no apoyará los llamamientos a paralizar el Nord Stream 2.
La agencia explica que el proyecto es apoyado por los empresarios alemanes. Además, "unos profundos lazos entre los dos países, especialmente entre los socialdemócratas alemanes", apenas permitirán socavar la implementación del proyecto Nord Stream 2.
Según dos funcionarios del Bundestag, "la abierta hostilidad de Estados Unidos hacia el Nord Stream 2, que está provocando quejas en Berlín por violar de la soberanía europea", es otro factor que influye en la decisión de Berlín.
Otra razón importante por la que las autoridades alemanas no tienen intención de dejar el gasoducto es la necesidad de pagar una indemnización si el proyecto se suspende.
Mass también declaró que espera que las acciones de Rusia respecto al caso Navalni no hagan a Berlín cambiar de postura en lo que respecta al gasoducto Nord Stream 2.
El político recordó que en ese proyecto participan más de 100 compañías de 12 países europeos y que casi la mitad son compañías alemanas.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, había señalado que el Nord Stream 2 es un proyecto comercial, ejecutado en interés de la seguridad energética de todo el continente europeo, y que los llamamientos a suspenderlo por el caso Navalni son declaraciones emocionales que no tienen fundamento alguno.
El opositor ruso Alexéi Navalni fue trasladado a Berlín desde Rusia el 22 de agosto después de pasar dos días en un hospital de la ciudad de Omsk, donde fue ingresado tras perder el conocimiento durante un vuelo procedente de la ciudad de Tomsk (Siberia).
El 2 de septiembre el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, reveló que, según los análisis toxicológicos realizados por un laboratorio de las Fuerzas Armadas de Alemania, Navalni había sido envenenado con una sustancia de la familia Novichok. El político actualmente recibe tratamiento en el hospital universitario Charité de Berlín.
La Cancillería de Rusia tildó de infundadas las declaraciones alemanas sobre lo ocurrido con Navalni y dijo que espera respuesta oficial a las solicitudes enviadas a Berlín.
El director del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia, Serguéi Narishkin, dijo el 3 de septiembre no descartar que el envenenamiento del opositor ruso haya sido una provocación de los servicios secretos occidentales.