La iglesia moscovita de Natividad de la Virgen ofició una liturgia fúnebre en homenaje de las víctimas y se depositaron flores al monumento en su honor.
"Muchos años pasaron desde aquel día terrible, en el que hubo muchas víctimas, en primer lugar los niños, sus padres y maestros, y soldados valientes que lucharon por nuestros niños, es una herida inolvidable y siempre quedará en nuestros corazones", dijo el vice primer ministro de la República de Osetia del Norte-Alania y representante de la región ante el presidente ruso, Borís Dzhanáev.
Los presentes guardaron un minuto de silencio en memoria de los fallecidos y a las 13.05 (10.05 GMT), la hora en la que hace 16 años se activó el primer explosivo, se soltaron 334 globos blancos en honor de cada víctima.
En la mañana del 1 de septiembre de 2004, un grupo de más de 30 terroristas irrumpió en la escuela número 1 en Beslán durante la fiesta del primer día del año escolar.
Los terroristas secuestraron a un millar de personas, incluyendo a niños pequeños, que encerraron en el gimnasio de la escuela durante tres días, sin beber ni comer.
La crisis, que culminó con una operación de asalto al centro educativo, se saldó con 334 muertos, incluidos 318 rehenes —de los cuales 186 eran niños—, 10 empleados del Servicio Federal de Seguridad (FSB), dos funcionarios del Ministerio de Situaciones de Emergencia y 15 policías.