Policías y militares se encargarán de garantizar "la seguridad de la jornada de votación, con el cuidado de los recintos de votación, pero también de manera fundamental en toda la cadena de custodia de los materiales electorales, uno de los aspectos que se observó como vulnerable en el proceso anterior", dijo el presidente del TSE, Salvador Romero.
Problemas de seguridad en el traslado de las actas de votación fueron denunciados en las elecciones generales de 2019, ganadas por el expresidente Evo Morales (2006-2019) y finalmente anuladas por un presunto fraude hasta ahora no confirmado por la Justicia.
Romero dijo que la seguridad que brindarán policías y militares será parte de un amplio esquema de seguridad en los comicios de octubre, que abarcará protección sanitaria para los delegados de mesas y los votantes en prevención de contagios de COVID-19.
Los comicios tendrán también seguridad tecnológica de última generación, para mejorar los sistemas paralelos de resultados preliminares y cómputo oficial.
Los comicios, que estaban convocados para el 3 de mayo y resultaron aplazados tres veces por la pandemia, fueron pactados para reponer el orden constitucional pleno en Bolivia luego de la crisis de noviembre, con el derrocamiento de Morales y la autoproclamación de la senadora Jeanine Áñez como presidenta transitoria.
Áñez es también candidata presidencial y aparece en el tercer lugar en diversas encuestas de intención de voto que ubican primero a Luis Arce, del Movimiento Al Socialismo de Morales, seguido por el expresidente neoliberal Carlos Mesa (2003-2005).