"La Cancillería hará una representación formal (…) denunciando esta grave intromisión de autoridades argentinas de los asuntos internos de Bolivia", declaró la canciller Karen Longaric en referencia a una reciente declaración del subsecretario de Obras Públicas de Argentina, Edgardo Depetri.
Esa declaración, según dijo Longaric a radio Fides, "ya ha superado los límites que puede tener una simple opinión de una autoridad extranjera y (constituye) una violación al derecho internacional y a las cartas de las Naciones Unidas y de la OEA".
El anuncio de una denuncia ante la OEA y a ONU se sumaba a varios roces entre el Gobierno transitorio boliviano de Jeanine Áñez y el Gobierno argentino de Alberto Fernández, que apoya abiertamente a Morales y ha denunciado como "golpe de Estado" al cambio de administración ocurrido en Bolivia en noviembre pasado.
Longaric afirmó que las relaciones entre La Paz y Buenos Aires pasaban por "un muy mal momento" a causa de las actividades de "desestabilización" supuestamente "solapadas" por el Gobierno argentino, que Morales estaría realizando desde el exilio.
"Hemos mandado sendas notas de reclamo en su oportunidad, quejándonos, porque se estaba violando el derecho de asilo y el derecho al refugio al tolerar este tipo de pronunciamientos por parte de don Evo Morales y lamentablemente nunca hemos recibido una respuesta por parte del Gobierno argentino, ni siquiera un acuse de recibo", protestó Longaric.
Añadió que La Paz estaba también disgustada porque Buenos Aires se pronunció en respaldo de un reciente informe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, que denunció supuestos abusos gubernamentales después de la crisis política del año pasado.