Desde tiempos de Sigmund Freud hemos oído hablar de cómo los sueños constituyen una continuación de lo que ocurre en nuestra vida diaria. Tal y como dicen los científicos de la Universidad de Roma Tres al frente de este estudio, si experimentamos problemas en la vida real, tenemos malos sueños, y si soñamos determinadas cosas, aumenta nuestra capacidad de resolución de problemas.
Por eso, desde hace muchas décadas, los esfuerzos de parte de la comunidad científica van encaminados a desentrañar esos significados ocultos que tienen nuestros sueños y a contextualizarlos en la vida de quien los sueña. Uno de los sistemas más valorados para hacerlo es el de Hall y Van de Castle.
Por suerte, el informático Alessandro Fogli, al frente del nuevo estudio, y su equipo, han dado con una herramienta de procesamiento lingüístico capaz de analizar hasta 24.000 sueños de una base de datos de informes pública llamada DreamBank. Esto agiliza mucho la tarea de usar el sistema Hall y Van de Castle, centrándose en los personajes, las interacciones sociales y las emociones.
"Se considera que estas tres dimensiones son las que más ayudan en la tarea de interpretar los sueños, dado que definen la base de la trama de un sueño: quién estaba presente, qué acciones se llevaron a cabo y qué emociones se expresaron", comenta el equipo.
En conclusión, el nuevo sistema reproduce con bastante fidelidad todo lo que redactan los pacientes sobre sus sueños. Esto da lugar a pensar que este tipo de tecnología mejorará en un futuro y que finalmente podremos saber con más exactitud qué nos dicen los sueños.