Si bien para el cuerpo humano es relativamente fácil hacer frente a las consecuencias de la falta de sueño en la juventud, las personas mayores tienen que dormir no menos de ocho horas para lograr recobrar fuerzas. De lo contrario algunos de sus órganos pueden empezar a funcionar mal.
En las declaraciones para Sputnik, Joróshev enumeró los órganos en los que influye la falta de sueño:
- el cerebro;
- el corazón;
- el hígado;
- el estómago.
A su vez, dormir en exceso acarrea sus propios riesgos para las personas mayores de 55 años, advirtió.
"Unos estudios han demostrado que dormir más de 9, 10 o 11 horas incrementa el riesgo de sufrir aterosclerosis cerebral o encefalopatía. Estas dolencias provocan trastornos cognitivos. Y como resultado pueden causar demencia", señaló.
De acuerdo con Joróshev, se trata de un aviso para las personas mayores a las que les gusta dormir mucho y que lo argumentan diciendo que están cansadas y quieren reposar más tiempo.