El Consejo Europeo tiene programada una cumbre telemática para este 19 de agosto para debatir la situación en Bielorrusia.
"Les aconsejaría simplemente que antes de señalarnos con el dedo, incluyan en la agenda de sus reuniones el tema de los 'chalecos amarillos' en Francia, los terribles disturbios en EEUU. Me gustaría que primero examinaran las protestas contra el confinamiento por el coronavirus en Alemania y en otros países de Europa", dijo Lukashenko citado por la agencia Belta en una reunión del Consejo de Seguridad nacional.
Lukashenko acusó a los países occidentales de financiar las protestas en Bielorrusia.
"Los países occidentales ya abiertamente, sin ocultarlo, afirman que se están recogiendo fondos y que se están enviando a Bierlorrusia; nosotros lo vemos", dijo.
Tropas extranjeras en Bielorrusia
El presidente también declaró que no hay un solo soldado extranjero en el territorio de su país.
"En cuanto a las tropas extranjeras, hoy en día no hay una sola persona de otros Estados en Bielorrusia", dijo Lukashenko.
El presidente alertó sobre la desinformación de que en el país haya tropas rusas y que Minsk haya acumulado tropas en la frontera occidental.
El Ministerio hizo saber de los ejercicios a los agregados militares del Reino Unido, Alemania y Lituania.
Asimismo, Lukashenko criticó a la oposición por supuestos planes para la retirada de la república de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC).
"Hay que entender que el peligro radica en que tenemos armas soviéticas y rusas. Si salimos de la OTSC, y con política tan explícitamente antirrusa, estas armas se convertirán en basura dentro de un año", afirmó.
El 15 de agosto Lukashenko sostuvo una conversación telefónica con su par ruso, en la cual, según comentó, Vladímir Putin prometió que Moscú ayudará a garantizar la seguridad de Bielorrusia, si Minsk se lo pide.
El 16 de agosto Putin confirmó su disposición de ayudar a la solución de los problemas de Bielorrusia en el marco de la OTSC.
El poder en el país "no se tambalea"
El presidente bielorruso, como respuesta a los sucesos ocurridos en la república, declaró que "si alguien piensa que el poder en Bielorrusia se inclinó y tambalea, está muy equivocado".
"Estoy muy al tanto de esas acciones. La gente manifiesta su postura. Quiero subrayar nuevamente: si alguien piensa que el poder en Bielorrusia se inclinó y tambalea, está muy equivocado", resaltó el líder bielorruso.
Lukashenko advirtió que tiene en quién apoyarse, y su país "no vacilará y seguirá su camino", por lo que "aquellos que en el extranjero afilan sus sables, se encontrarán con una fuerte resistencia".
El presidente bielorruso denunció que en la ciudad de Grodno están izando banderas polacas, hecho que catalogó de "inaceptable" y llamó a parar "de la manera más cardinal".
Agresiones contra miembros del Gobierno en protestas
Lukashenko expresó su preocupación por el aumento de los comportamientos agresivos en medio de las protestas que se desencadenaron en el país tras las elecciones presidenciales.
En particular, el mandatario recordó el episodio que tuvo lugar el pasado 17 de agosto durante una protesta ante la sede del Ministerio de Salud de Bielorrusia.
El 17 de agosto, Karanik salió ante los médicos que se habían reunido en una manifestación ante la sede del Ministerio de Salud de Bielorrusia para discutir los motivos de su descontento.
Sin embargo, después de una breve conversación el ministro decidió marcharse, mientras varios manifestantes no le dejaban hacerlo. Uno de los manifestantes le agarró a Karanik por la manga.
El presidente también se mostró preocupado por las amenazas que reciben las familias de militares, agentes del orden, miembros del Gobierno y empleados de medios de comunicación.
"Nos preocupan también las amenazas y agresiones lanzadas contra empleados de plantas y fábricas, jefes de empresas", agregó el mandatario.
Según Lukashenko, antes y después de la jornada laboral estas personas tienen que atravesar un "corredor de personas agresivas".
"Como si fuera la Gestapo", expresó el presidente y aseguró que las autoridades resolverán esta situación.
Por su parte, el asesor del presidente bielorruso Valeri Belski declaró que más de 150 agentes del orden público resultaron heridos o mutilados durante las protestas no autorizadas sucedidas en la república.
Belski también comunicó que el daño ocasionado por las protestas a la economía de la república se situará en miles de millones de dólares.
"El daño corriente se evalúa al menos en 500 millones de dólares, pero a largo plazo será de muchos miles de millones de dólares, porque se socavaron los pilares del sistema de acreditación extranjera, el país perdió su atractivo a los ojos de los inversores, se debate la introducción de sanciones", dijo.
'Escobas y palas' a los opositores
Lukashenko ofreció a los opositores del Consejo de Coordinación escobas y palas y dijo que no hay ministerios para todos.
"La oposición ha formado su Consejo de Coordinación (...) e incluso ya hay una fila para repartirse los ministerios. Les quiero decir a estos opositores que en el país no hay tantos ministerios para todos ustedes, pero sí les podemos dar escobas y palas", dijo.
El presidente dijo que si alguien quiere transformaciones, estas deben hacerse cumpliéndose las leyes.
"Los cambios deben estar contemplados en la Constitución y esta labor continúa (...) La celeridad de la aprobación de una nueva Constitución dependerá del apoyo de la población", señaló.
El líder bielorruso instó a la oposición a respetar estrictamente la Constitución vigente.
"No tengo otra opción que mantener el país en el marco legal de la actual Constitución, en caso contrario otros nos controlarán", apostilló.
La oposición bielorrusa impugna los resultados de las elecciones del 9 de agosto, que revalida en la presidencia al actual mandatario, Alexandr Lukashenko, en el poder desde 1994, y exige una repetición de los comicios, opción que el jefe del Estado ha descartado en términos contundentes.
Según el escrutinio oficial, el actual presidente recibió el 80,1% de los votos, la opositora Svetlana Tijanóvskaya obtuvo el 10,1% de los apoyos, y los otros tres candidatos reunieron juntos poco más del 4%.
Las manifestaciones fueron reprimidas en los primeros días con gas lacrimógeno, balas de goma, cañones de agua y granadas aturdidoras, y dejaron, según informes del Ministerio del Interior, tres muertos, cientos de heridos, entre ellos un centenar de policías, y más de 6.700 detenidos. Además, un manifestante murió atropellado por un automóvil particular cuando se encontraba en la calzada de una calle.