La excandidata presidencial, Svetlana Tijanóvskaya, que se encuentra actualmente en Lituania, promovió la iniciativa de crear el consejo coordinador con el fin de garantizar el traspaso del poder y al mismo tiempo anunció que está preparada para dialogar.
"Este nuevo elemento [consejo coordinador] es un intento de adormecer a las autoridades y sobre todo a las instituciones armadas, de decir 'somos buenos, no queremos confrontación', pero es un biombo, si ustedes se asoman a su otro lado, verán lo que está pasando", dijo Lukashenko citado por la agencia de noticias Belta.
"Ellos exigen la friolera de cederles el poder, nosotros lo calificamos como un intento de tomar el poder, con todas las consecuencias derivantes", subrayó.
Según informó en Telegram el excandidato presidencial Víktor Babariko, la oposición bielorrusa promete elegir próximamente a la presidencia de este consejo y a su jefe.
Olga Kovalkova, apoderada de Svetlana Tijanóvskaya, informó que el consejo para el traspaso del poder en Bielorrusia tendrá 70 miembros.
Además, Lukashenko lamentó que las autoridades tuvieran que recurrir a las tropas de operaciones especiales para restablecer el orden dentro del país.
"Subrayo una vez más: es una pena que hayamos tenido que usar unidades individuales, especialmente las tropas de operaciones especiales, para restablecer el orden dentro del país", dijo.
Las Fuerzas de Operaciones Especiales de las FFAA están destinadas para impedir la tensión o conflicto armado contra Bielorrusia por parte de "cualquier agresor" y son un "elemento clave de la contención estratégica", según se indica en el sitio web del Ministerio de Defensa del país.
Tras publicarse el primer corte del escrutinio oficial estallaron masivas protestas en el país, las que en los primeros días se reprimieron con el uso de gas lacrimógeno, balas de goma, cañones de agua y granadas aturdidoras. Después los organismos judiciales dejaron de usar la fuerza para dispersar los mítines.
Según el Ministerio del Interior, los enfrentamientos entre los agentes del orden y los manifestantes se saldaron con dos muertos, cientos de heridos, entre ellos un centenar de policías, y más de 6.700 detenidos.