El periódico estadounidense The Wall Street Journal publicó el 4 de agosto citando a fuentes informadas de países occidentales que Arabia Saudí supuestamente construyó una planta de producción de concentrado de uranio, la llamada torta amarilla, con ayuda de dos empresas chinas. El
"Las declaraciones estadounidenses no tienen fundamento", declaró Wang Wenbin aunque reconoció que China y Arabia Saudí "mantienen relaciones de cooperación estratégica integral".
El portavoz del ente diplomático chino añadió que la cooperación bilateral en todos los sectores "alcanzó unos significativos resultados".
En cuanto al sector energético, dijo que China y Arabia Saudí colaboran "con normalidad".
"China siempre ha adherido al enfoque responsable fomentando activamente el desarrollo del uso pacífico global de la energía atómica, seguiremos respetando estrictamente nuestros compromisos internacionales de no proliferación", subrayó Wang Wenbin.
También declaró que el país asiático continuará su cooperación con otros países en el uso pacífico de la energía nuclear en base al respeto y beneficio mutuo.
Según el comunicado del ministerio, Arabia Saudí y China tienen un contrato para la extracción de uranio.