De hecho, el experto español destacó que en términos de muertes causadas por las distintas fuentes de energía, la nuclear es la menos dañina entre todas. No obstante, la opinión pública está en contra del átomo por temor a que ocurran accidentes en las centrales nucleares.
Los peligros de la energía nuclear
Según lo explicó, además de la experiencia que se ha ganado en la operación de las plantas, la industria nuclear tomó el ejemplo de la aeronáutica, donde se aprende de los accidentes para saber cómo prevenirlos.
"Los tres accidentes que hubo, [Three Mile Island en EEUU, Chernóbil en Ucrania y Fukushima en Japón] han hecho que se hayan tomado medidas tanto en el diseño como en la operación de las plantas. Y los riesgos de un accidente ahora son muy remotos", señaló.
También está la cuestión de los residuos del combustible, a los cuales se les atribuyen ciertos riesgos. De acuerdo con Guerra Saiz, el problema es que este material tiene una vida muy larga y hay que tener muchísimo cuidado con él.
Al mismo tiempo, tiene una gran ventaja frente a los residuos de otras industrias: al tener un volumen muy pequeño, ocupa muy poco espacio. A modo de comparación, el ejecutivo señala que todos los residuos nucleares que se acumularon en España a lo largo de 50 años cabrían en un campo de fútbol con un metro y medio de altura.
Mientras tanto, los residuos de la industria en general ocuparían el área de una "provincia de las grandes".
Por lo cual, el único problema con los residuos nucleares es que hay que guardarlos durante mucho tiempo.
Sin embargo, esto tampoco supone un problema insuperable, porque ahora se sabe cómo gestionarlos y hasta ahora no hubo ni un solo accidente relacionado a los residuos nucleares.
"Existen ya medios geológicos de disposición de este tipo de residuos. Y si hablamos del futuro, Rusia es uno de los países punteros: usa el reprocesamiento y tiene generadores rápidos, que hacen que el volumen disminuya de una forma muy considerable", agregó.
Por esta razón Guerra Saiz considera que ahora mismo todos los riesgos de la energía nuclear están perfectamente controlados y de cara al futuro es una energía a tener en cuenta. Con ello, subraya, que no será la única respuesta a las necesidades energéticas del planeta, pero si será un protagonista importante.
Seguridad ante todo
Una de las principales actividades de Tecnatom a nivel internacional son las inspecciones de seguridad de plantes nucleares por todo el mundo y según Guerra Saiz, en el 99,999% de las inspecciones no se encuentran irregularidades.
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Con ello, en los casos cuando si hacen falta pequeñas reparaciones o modificaciones, estos "están muy lejos de ser un problema que pueda causar un accidente".
"No es porque no quieras encontrar nada, sino porque lo quieres encontrar mucho antes de que sea un problema y puedas hacer una reparación antes de que se convierta en un problema", dijo.
Eso es lo que se llama defensa en profundidad: los problemas se detectan antes de que puedan causar un accidente y en las ocasiones en las que se encuentra alguna irregularidad, está muy lejos de convertirse en algo más.
Además, el experto destacó que la filosofía de seguridad en las centrales nucleares cambió sustancialmente después del accidente de Fukushima. Antes de ello eran redundantes y consistían en tener varios niveles de protección.
Ahora, aparte de ello se considera en cualquier caso que el accidente ocurrirá, y se diseñan los métodos de protección que aseguren el mínimo daño en el exterior de la propia planta nuclear.
"Esa diferencia en la filosofía hace que las centrales nucleares sean muchísimo más seguras, porque ahora con las medidas que se toman en caso de que haya un accidente las consecuencias se quedan dentro de la planta", concluyó.
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