La tensión estalló la semana pasada cuando la aviación israelí bombardeó un objetivo en el área de Damasco, la capital de Siria, causando la muerte de un miliciano de Hizbulá. El líder de la organización, Hassan Nasrallah, ha establecido que cada muerte de uno de sus milicianos no pasará en vano y tendrá una réplica.
Las obligaciones de Hizbulá
Pero Hizbulá no puede cruzarse de brazos y dejar que Israel mate a sus milicianos en Líbano o Siria, puesto que entonces se crearía una situación similar a la que existe entre el estado judío, Siria e Irán. Es decir, que el Ejército israelí ataca objetivos sirios e iraníes cuando se le antoja y estos países no responden, lo que anima a Israel a continuar por el mismo camino.
Nasrallah sabe que si no responde, Israel hará lo mismo que hace con Siria o Irán, y por ello es preciso disuadir al estado judío de sus continuados ataques. La única manera de conseguirlo es atacando objetivos israelíes de manera que Israel sepa que cada uno de sus ataques tendrá una réplica y antes de actuar se lo piense dos veces.
A lo largo de la tarde los medios hebreos dieron hasta cuatro versiones distintas, y al final resultó que no había habido ningún muerto y todo el incidente quedó bajo el ropaje de cierta incredulidad. Al día siguiente, el diario Yediot Ahronot habló de una "guerra de nervios" entre Israel y Hizbulá, dando a entender que Israel había perdido esa guerra.
Aunque Hizbulá no hizo ninguna declaración oficial sobre la supuesta confrontación armada, el canal de televisión Al Mayadeen, próximo a la organización chií, aseguró que el incidente no había existido, y que no había habido ninguna "confrontación" armada (ishtibak), en contra de lo que aseguraba Israel.
Tensión en la frontera
En cualquier caso, el 28 de julio el Ejército israelí anunció el envío de más refuerzos a la frontera con Líbano y los dirigentes hebreos, incluido Netanyahu, no cesaron de amenazar a Hizbulá sin referirse en detalle a la supuesta confrontación del 27 de julio. Desde entonces la tensión en la frontera es extrema y nadie sabe si Hizbulá actuará en cualquier momento para responder a la muerte de su miliciano en Damasco.
Medios libaneses e israelíes han indicado que Netanyahu ha enviado un comunicado a Hizbulá atribuyendo a un error la muerte de su miliciano en Damasco y diciendo que no tiene interés en una guerra con Hizbulá. Sin embargo, la calma tensa de la última semana puede romperse en cualquier momento.