Daniel Moraga conoce a la perfección la situación en el mercado de medicamentos dado que se desempeña como secretario ejecutivo de la Asociación Chilena de Farmacias Populares, a través de la cual vecinos de decenas de municipios del país reciben remedios a precios mucho más accesibles que los que asustan a la clientela de las cadenas privadas.
Unos precios que son fruto del logro de la asociación de su derecho a buscar, dentro y fuera de fronteras nacionales, medicamentos alternativos para ofrecerlos luego a ciudadanos de Chile, donde "enfermarse, por ejemplo de cáncer, es en muchos casos una condena a la muerte por pobreza", dado "los altos costos que en general implican este tipo de enfermedades" en toda Latinoamérica, apuntó.
Particularmente, indicó que el precio de coste del fármaco anticoronavirus estadounidense Remdesivir es de unos "10 dólares el tratamiento", mientras que la empresa que lo desarrolló "lo vende a 3.000 dólares el tratamiento".
"Hablo sobre eso: sobre la gente que busca con el sufrimiento y en una situación de pandemia, generar riqueza para sus accionistas, que aparte es inhumano y altamente inmoral desde la perspectiva de cómo nos debemos cuidar entre nosotros, de una norma de convivencia básica. No puedo respetar a alguien que se conduce de esa manera, porque no está haciendo ni promoviendo la salud, sino que está solamente buscando plata", enfatizó.
No descartó asimismo, que se trate de "una especulación inicial", donde la siguiente se haría a manos del Gobierno norteamericano que compró prácticamente todas las existencias para los próximos tres meses del Remdesivir, sin que quede nada para la mayor parte del resto del mundo.
Y es que es muy probable que la Administración Trump vaya a vender el medicamento a los países necesitados "a un sobreprecio extraordinario", obligándolos hasta a "adquirir deuda" con EEUU, "otra forma de generar dominación", afirmó.
En este contexto, destacó la honestidad del negocio farmacéutico y biotecnológico ruso, que exhibió una gran apertura y flexibilidad a la hora de negociar los suministros a Chile del fármaco Avifavir que demostró su gran eficacia en el tratamiento del COVID-19, y que pronto llegará a la nación suramericana. Un avance que fue posible en gran medida gracias a las gestiones del Comité Nacional para la Colaboración Económica con los Países de América Latina, con sede en Moscú, y el aporte personal de su directora general, Tatiana Mashkova, apuntó.
Según Daniel Moraga, el creciente interés en Latinoamérica por las soluciones que ofrece Rusia en la lucha contra el coronavirus irrita visiblemente a los 'monstruos' transnacionales del sector. De allí la campaña de desprestigio contra remedios rusos que se promueve en la prensa occidental, algo que calificó como "una guerra muy sucia".