"Mi Administración está monitoreando de cerca el creciente número de casos en Latinoamérica, que ahora es la región del mundo, con diferencia, donde se han reportado más infecciones activas… Dada esa realidad, de lo que acabo de decir, nos estamos enfocando agresivamente en la frontera de Texas [con México] y en aquellos países que creemos que tenemos que vigilar con mucho, mucho cuidado", expresó.
Si bien Estados Unidos se mantiene a la cabeza en la suma de contagios (4.309.230) y fallecimientos (148.298) a causa del nuevo coronavirus, en mayo Trump prohibió la entrada de pasajeros procedentes de Brasil, el país más golpeado por la pandemia en Sudamérica y segundo con más casos en el mundo.
No obstante, la situación de la epidemia también es preocupante en Perú, Chile y México, donde los contagios han superado la barrera de 300.000 casos desde el inicio de la pandemia.
"Debido a la escasez de tests en Latinoamérica, es posible que el número de casos se haya contado por debajo dramáticamente. Y puede ser que eso sea probablemente posible en todo el mundo. Nosotros reportamos nuestros casos cuando la mayoría del mundo no lo hace, no hacen test y, por tanto, tienen menos casos, aunque la gente está muy enferma o simplemente no los reportan", afirmó el presidente estadounidense.
En varias ocasiones, Trump ha asegurado que Estados Unidos es la nación que hace más pruebas de COVID-19, lo cual, desde su perspectiva, explica el hecho de que su país tenga tantos casos reportados.
Hasta el 27 de julio, el continente americano suma 8.6 millones de casos positivos, así como 337.500 fallecidos a causa del virus SARS-CoV-2, según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), oficina regional en América de la Organización Mundial de la Salud (OMS).