Reportes oficiales de los dos países señalan que a lo largo de la frontera se han reportado 134.144 casos positivos. De ellos, 79% (106.192 enfermos) corresponden a 22 condados de la Unión Americana, mientras que el resto en se ha registrado en 36 alcaldías fronterizas de México.
Por otra parte, las personas que han muerto por esta causa suman 6.341 decesos. En este caso, los municipios mexicanos aportan el mayor porcentaje, con 4.070 defunciones, mientras que los condados de Estados Unidos suman 2.271 casos.
En ambos lados de la frontera se ubican tres focos de atención por la alta tasa de contagios: los pasos fronterizos de Tijuana y Mexicali, en el estado de Baja California; Ciudad Juárez, en Chihuahua, y Reynosa, en Tamaulipas.
La zona más crítica encierra a los municipios bajacalifornianos de Tijuana y Mexicali, así como los condados de San Diego e Imperial, en California, Estados Unidos, los cuales suman 45.144 infecciones y 2.992 fallecimientos.
En la garita de Tijuana y San Diego se realizan, en promedio, 60.000 cruces diarios que, en su mayoría, son realizados por personas que trabajan o estudian al otro lado de cada frontera. Esto convierte a esa zona en la receptora del mayor flujo migratorio del mundo.
De modo similar, en las últimas semanas los hospitales ubicados en el condado Imperial de California, señalaron han incrementado su atención a pacientes mexicanos que cruzan la frontera infectados por COVID-19.
El 10 de julio la Secretaría de Relaciones Exteriores de México (SRE) expresó que, ante el rebrote de los contagios en la zona fronteriza con Estados Unidos, las autoridades de los dos países decidieron extender la restricción a los viajes no esenciales en esta zona —puesta en marcha desde el 21 de marzo— hasta agosto.
Ante esta medida, en los 22 pasos fronterizos entre ambos países se redujo el flujo migratorio y se reforzaron las medidas de seguridad para el paso de mercancías, con el fin de reducir los efectos negativos que la pandemia de COVID-19 ha provocado en la economía.