Venecia canceló sus bailes de máscaras, pero en el país tropical el virus llegó (o empezó a hacerse notar) un poco después. El primer caso se detectó en Brasil el 26 de febrero. No podía ser más simbólico: era miércoles de ceniza.
A día de hoy, las principales escuelas de samba de Río de Janeiro ven imposible desfilar en el Sambódromo. "Es simple: si llega la vacuna, tendremos samba. ¿Cómo vamos a trabajar con una multitud de gente sin una inmunización colectiva? No voy a poner en riesgo a mis componentes, la prioridad es la comunidad", decía estos días a los medios locales Renato Gomes, presidente de Sao Clemente, una de las escuelas de Río.
Las 12 principales escuelas de Río se reunieron para intentar consensuar una postura, pero aún predomina la idea de que hay que cancelar "sine die".
Calendario de trabajo
Las reuniones y debates no son una frivolidad ni una exageración. El carnaval es una industria cultural que mueve muchos millones y da de comer a miles de familias, no sólo del sector turístico. Costureras, mecánicos, percusionistas, coreógrafos o bailarines viven y dependen del calendario carnavalesco.
Todo este proceso se hace, evidentemente, con multitudinarios encuentros en las propias escuelas de samba, a base de feijoadas y largas veladas regadas de cerveza, noches de preparativos que también sirven para ir llenando la caja y financiar el desfile. Hacia final de año ya empiezan los ensayos y aceleran los trabajos de construcción de las carrozas y confección de disfraces. Todo este calentamiento previo ha desaparecido por completo, es imposible en las actuales condiciones.
¿Aplazar o cancelar?
Ante tantas dudas en el horizonte, la cadena Globo, que retransmite los desfiles, decidió que de momento no aportará a las escuelas el dinero de los derechos de televisión. La venta de paquetes para los turoperadores y turistas extranjeros que acuden al Sambódromo (que normalmente arranca a principios de julio) también está suspendida. Van cayendo una a una todas las fuentes de financiación.
La preocupación en Río de Janeiro se hace extensible también a otras ciudades del país con fuerte tradición carnavalesca. El alcalde de Salvador de Bahía (noreste), Antonio Carlos Magalhaes Neto, propuso que las principales capitales aplacen el carnaval de forma conjunta. "Podríamos pensar en final de mayo e inicio de junio (…) podemos anticipar los festivos nacionales y los locales para hacer cuatro días de carnaval", afirmó.
De momento, los amantes del carnaval cruzan los dedos para que la vacuna llegue lo antes posible y para que sea verdaderas las palabras que escribió el sabio Nelson Sargento, nonagenario compositor de Mangueira: "Samba, agoniza mas nao morre / alguém sempre te socorre antes do suspiro derradeiro" (Samba, agoniza pero no muere / siempre hay alguien que te salva antes del último suspiro).