El 14 de julio de 2015, Rusia, Estados Unidos, China, Francia, el Reino Unido, Alemania e Irán —el llamado Grupo de los 5+1— suscribieron el PAIC para que pusiera fin al enfrentamiento sobre el programa nuclear de Teherán, que había sido una fuente de preocupación mundial durante décadas.
Hace cinco años, había esperanza de cambios positivos en la situación. Pero el nuevo presidente, Donald Trump, que llegó al poder en EEUU en el 2016, destruyó sistemáticamente todos los logros de su predecesor, el demócrata Barack Obama, entre los que se encontraba el plan. Trump llamaba repetidamente al tratado con Irán "el peor acuerdo de la historia".
El 8 de mayo de 2018 Trump anunció la retirada de Estados Unidos del PAIC y la introducción gradual de sanciones económicas contra Irán. Todo el mundo, incluyendo sus aliados del P5+1, se opuso a la política antiraní de Trump. El Reino Unido, Francia y Alemania, con la aprobación de Rusia y China, desarrollaron, registraron oficialmente y lanzaron el INSTEX (Instrumento de Apoyo a los Intercambios Comerciales) con Irán. Pero esta herramienta no resultó ser eficaz.
La respuesta de Irán
Las empresas extranjeras dispuestas a entablar negocios con Irán a través de INSTEX no pudieron resistirse a las duras sanciones antiraníes de Washington, que goza de importantes herramientas inancieras y económicas para presionar a cualquier empresa que haga negocios con Irán.
El 8 de mayo de 2019 Irán anunció una reducción gradual de sus obligaciones en materia de acuerdos nucleares. Al cabo de poco más de un año, el país persa logró restaurar la infraestructura nuclear que había sido congelada. Aumentó la cantidad permisible de uranio enriquecido almacenado y de agua pesada y, así, el nivel de enriquecimiento ha pasado del 3,76% al 4,5%. Se han instalado centrifugadoras más nuevas y eficientes y se ha reanudado el proceso de enriquecimiento en la planta de Fordow, lo cual también es inaceptable en virtud del acuerdo nuclear. Se está trabajando para volver a enriquecer el uranio hasta el 20%, lo que sin duda es un paso alarmante hacia el enriquecimiento del 90% para las armas.
Sin embargo, es evidente que Irán no tiene prisa por retirarse del PAIC de jure, aunque está cerca de una retirada de facto abriéndose un camino libre para el desarrollo irresponsable y completo de su programa nuclear, incluyendo su componente militar.
Sin embargo, la más importante será la reacción de Israel y Estados Unidos al desarrollo incontrolado del potencial nuclear de Teherán. Si los iraníes llevan sus operaciones nucleares a un nivel cercano a la creación de una carga nuclear, la probabilidad de un ataque por parte de Israel y/o EEUU a las instalaciones nucleares iraníes será extremadamente alta.
El PAIC 2.0
Cada vez está más claro que no será posible mantener el acuerdo nuclear con Irán en su forma original, pero hay posibilidades de resucitarlo como versión 2.0. Para eso hace falta mantener la base del PAIC que servirá de fundación para las negociaciones sobre un futuro acuerdo.
Esta situación política se debe parcialmente a la decisión de Donald Trump de destruir el PAIC. El golpe de Trump al tratado fue, de hecho, un golpe a los reformistas liberales, que estaban listos para los contactos con Occidente e incluso con Estados Unidos.
También fue un regalo para los oponentes de Rohaní, conservadores radicales que siempre se han opuesto al acuerdo nuclear. Gracias a Trump, ganaron el poder legislativo y ahora están listos para hacer el impeachment al presidente y disolver su Gobierno.
Ahora, al acuerdo nuclear le esperan dos escenarios posibles. El primero cubre el período anterior a las elecciones presidenciales de mayo de 2021.
El momento crucial tendrá lugar en las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Si los demócratas ganan, será posible reanudar las negociaciones con Irán, mientras que si el ganador de las elecciones de noviembre es el actual presidente republicano, la situación será menos optimista.
También es posible que la situación haga enojar a los radicales iraníes y que estos tomen medidas extremas de acuerdo con otro escenario no negociable. Pueden salir del PAIC de jure y del Tratado de no proliferación nuclear.
Al mismo tiempo, como se ha señalado anteriormente, Teherán acelerará el restablecimiento de su infraestructura nuclear con la vista puesta en crear las condiciones y la base técnica para las armas nucleares. En este caso, tras reanudar su programa nuclear, Irán se convertirá en un factor aún más inaceptable para EEUU, Israel, Arabia Saudí y otros oponentes iraníes. Este es el camino hacia una nueva ronda de confrontación con Irán plagado de posibilidades de un conflicto militar que podría desencadenar una guerra a gran escala.