Ante la dificultad de contar con información oficial, las preguntas crecen, ¿están en capacidad de producir combustible en medio del bloqueo?
Para tener idea de lo que significa el CRP en la vida económica del país, solo basta atender a las cifras. En condiciones óptimas, dicha industria podría "satisfacer la necesidad de combustible y lubricantes de todo el país, al procesar 956.000 barriles día (mbd) de diferentes tipos de crudos con variedad desde los 22 a 28 grados API", señala la fuente.
Recientemente, un líder sindical de PDVSA, Iván Freites, brindaba información de que la Refinería de Cardón, una importante planta de craqueo catalítico, comenzaba operaciones. El compromiso de los trabajadores de nuevo hizo la diferencia.
"A pesar de las adversidades que atraviesan, los trabajadores interponen su compromiso patrio para la producción de gasolina. Aún se están realizando ajustes para estabilizar la planta pero ya se tiene una producción temprana de 16 mbd de nafta catalítica que al estabilizar condiciones se incrementarán hasta unos 35 mbd para mezclar gasolina", señala.
Más allá de las sanciones, tal y como nos lo refiere el trabajador petrolero consultado, la falla está en un "modelo de gestión fracasado y que no es viable bajo las condiciones de guerra y ataques constante a los que está sometido el país y sobre todo la industria petrolera nacional, este viejo modelo mantiene casada la refinería, sus equipos partes y repuestos a tecnología dependiente de los mismos actores que nos atacan, bloquean, y saquean", concluye.
"Te puedo hablar de un logro específico y victoria de la clase obrera que, aunque no aporta al arranque de catalítica, sí favorece a su estabilización, y es la puesta en funcionamiento del compresor k1001. De hecho, este compresor es el corazón de la Refinería Cardón y de él depende no solo catalítica sino otras plantas productoras de gasolina y diésel", puntualiza.
Además, explica que por años en PDVSA, grupos de presión se dieron a la tarea de propagar la idea de que la refinación "no era negocio" y por tanto, comenzó a descuidarse dentro de las prioridades de las distintas directivas que capitanearon la industria venezolana de hidrocarburos, haciéndole el juego a la "burguesía financiera internacional para quien Venezuela solo servía para aportar materias primas".
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) May 22, 2020
"La refinación llevada de manera eficiente no solo es rentable, por el valor agregado de sus productos y subproductos petroquímicos que garantiza el desarrollo industrial, la seguridad y soberanía energética de un país hasta en una situación bélica (aviones, convoyes y tanques de guerra usan combustible y lubricantes también). Si esto no les convence, entonces pregúntense ¿por qué Citgo, siendo solo refinación y distribución de combustibles, aportaba tantas ganancias a PDVSA y resultó tan atractivo para el enemigo hasta que nos lo arrebataron?", concluye.
Estados Unidos, el gran obstáculo
"No tienes acceso a financiamiento para ejecutar las inversiones que requiere la industria petrolera, así es muy cuesta arriba incrementar producción", relata el economista Alejandro Guzmán a Sputnik, al respecto del debate sobre el futuro de PDVSA.
Recordó la participación del presidente Nicolás Maduro en el programa Conversando con Correa, emitido por la cadena de noticias rusa, RT, en el que el mandatario expuso el efecto de las órdenes ejecutivas estadounidenses sobre Venezuela.
Guzmán, explicó que el actual marco legal estadounidense se impone porque ese país controla la intermediación financiera global a través del sistema SWIFT y la banca internacional. De esta manera, EEUU puede obstaculizar la actividad financiera de la petrolera venezolana. "Por el temor a ser sancionadas, las empresas se abstienen de hacer negociaciones con PDVSA o tramitar transacciones vinculadas a ella de alguna manera".
Las empresas transnacionales de servicios operacionales, la banca, empresas de compra y venta de hidrocarburos, empresas de transporte marítimo, entre otras, podrían ser objeto de sanciones.
"En las actuales circunstancias, por ejemplo, las empresas de transporte marítimo, son de las que más sufren porque ellas temen que al ser detectadas con cargamento que esté a nombre de PDVSA, se les pueda retener el buque o incluso embargar la carga producto de una sanción. Por eso, no muchas empresas están dispuestas a transportar hidrocarburos venezolanos", explicó.
"Si no puedes mover hidrocarburos en el mercado internacional, si no puedes hacer transacciones en divisas extranjeras, estás parando a PDVSA", sentenció.
"No hay un marco legal claro que indique a las empresas qué hecho puede estar o no estar sujeto de las sanciones, ¿qué puede ser sancionado? Todo. Ante no saber qué puede ser objeto de la sanción, las empresas simplemente se abstienen.", indicó Guzmán.
Las órdenes ejecutivas estadounidenses también han generado incertidumbre en las empresas que operan en el marco de los acuerdos de cooperación energética suscritos por Venezuela, como Petrocaribe. "Si no es posible la intermediación financiera, los mecanismos de cooperación y el intercambio de hidrocarburos entre los países de Petrocaribe, podrían estar siendo afectados en este momento", expone.
"PDVSA contaba con renta, no con rentabilidad"
Einstein Millán Arcia es un analista y exgerente, que participó del rescate de PDVSA en 2002 y en la dirección de PDVSA Gas en Anaco. Es un activo articulista en medios digitales y se muestra dispuesto a aportar su punto de vista sobre la crisis que atraviesa la industria petrolera venezolana.
Sin embargo, para Millán Arcia, el que el presidente Chávez fusionara "el cargo de ministro de petróleo con el de presidente de petróleos de Venezuela", representó un serio problema a la hora de ser más crítico en cuanto a exigir productividad a la industria y a luchar de manera eficiente contra la corrupción
"Con respecto al presidente Maduro, sin embargo, hay que reconocer que le tocaron tiempos más difíciles", continúa el experto petrolero.
Desde la óptica de Millán Arcia, el problema de fondo es que Petróleos de Venezuela se embarcó en proyectos que no resultaron viables:
"Eran sostenibles solo con un barril galopante, en alza, no eran sostenibles en base a una productividad sino en base a una renta. Ellos contaban con renta no con rentabilidad. Se embaucaron en un proyecto que aunque estratégico, improcedente para ser atendido por PDVSA como Costa Afuera y la Faja Petrolífera del Orinoco. Ellos atendieron la Faja en detrimento de los campos tradicionales. La estrategia correcta era hacer un outsourcing de esos proyectos sin ocupar la capacidad operativa de Petróleos de Venezuela en las áreas tradicionales de mayor rentabilidad. Era correcta la política de diversificación de mercados, de una monodependencia hacia Estados Unidos a una pluridependencia con Asia, era correcta pero no en detrimento de la capacidad operativa y la flexibilidad estratégica de Petróleos de Venezuela, ese fue el error".
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) June 4, 2020
No obstante, a su parecer, levantar la empresa petrolera no es un imposible:
"Recuperar Petróleos de Venezuela ahorita para llevarla nuevamente sobre dos millones, dos millones y medio de barriles tomaría algo así como nueve años y yo lo divido en tres fases: una fase donde se va a estabilizar a un nivel base cercano a un millón de barriles que tomaría unos seis meses, una fase que va a elevar la producción entre ese millón de barriles y 1,5 millones, 1,7 millones de barriles, y la fase luego que superaría 2,5 millones de barriles. Tres fases que tomarían alrededor de nueve años, con una inversión promedio de 13.000 millones de dólares por año. Hay vías de sacar ese capital directamente de la misma industria con ligeros cambios en la legislación venezolana, no hace falta ni empeñarse ni privatizar, sobre todo aquellas zonas que jerarquizan dentro del portafolio de negocios de Petróleos de Venezuela. No hace falta privatizar toda la industria sino saber negociar", concluyó.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK