Hace poco más de una semana, la organización alertaba sobre el inicio de una nueva y peligrosa fase de la pandemia. Entonces, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaró que el ritmo de contagios se estaba acelerando y llamó a los habitantes de todos los países a seguir respetando las medidas de precaución.
Este lunes 29 de junio, el jefe de la OMS vuelve sobre lo dicho. "Todos queremos que esto termine, todos queremos seguir con nuestras vidas, pero la dura realidad es que esto ni siquiera está cerca de terminar, aunque muchos países han logrado algunos avances, a nivel mundial la pandemia se está acelerando", reafirmó el funcionario.
En este momento, el sitio web de la universidad estadounidense contabiliza 502.048 fallecimientos por el nuevo coronavirus y más de 10.155.000 casos confirmados a escala global.
Estados Unidos ocupa la primera posición en la estadística de casos y desenlaces letales, con más de 2.550.000 y casi 126.000, respectivamente.
Le sigue Brasil, con 1.344.000 y más de 57.600 muertes.
Rusia es la tercera en cantidad de infectados, con unos 640.000, pero se distancia en cuanto a fallecidos, con poco más de 9.000.
Sin embargo, el Reino Unido se sitúa en el tercer lugar por muertes, con casi 44.000, aunque los casos totales son unos 313.000.
En estas cifras muchas veces se reflejan las medidas tomadas o no por los gobiernos para contener la pandemia.
Arde Estados Unidos
Estados Unidos tiene el triste 'mérito' de encabezar todos los rankings negativos de la pandemia. Ha acaparado la atención no solo por el aumento considerable de los casos de infectados, sino por la posibilidad de que los estadounidenses contagiados con el SARS-CoV-2 sean diez veces más que los hasta ahora confirmados.
Los expertos señalan la reapertura de la economía —iniciada hace más o menos un mes en los 50 estados de EEUU— y el cansancio generado por la cuarentena como los responsables de estos altos índices; pues muchas personas se niegan a seguir las reglas de distanciamiento social.
Rusia, el lento pero firme camino hacia la derrota de la pandemia
Por su parte, tras más de dos meses de cuarentena estricta y otras medidas sanitarias, Rusia superó los 9.000 decesos por COVID-19, con 104 nuevos fallecimientos en 24 horas, informó este 29 de junio el centro nacional contra el COVID-19.
Según la oficina de protección al consumidor, Rospotrebnadzor, los laboratorios nacionales realizaron más de 19 millones de pruebas de coronavirus.
Rusia ha relajado ya la mayor parte de las medidas, y hasta el momento esto no se ha traducido en un aumento de los casos, al contrario, la curva ha ido bajando y actualmente hay entre 6.000 y 7.000 casos diarios, casi la mitad de los 12.559 del 27 de abril, cuando se registró la cifra más alta.
Último aviso a la humanidad
Con los números récords de contagiados por COVID-19 a nivel mundial en los últimos días y rebrotes de la pandemia en varios países, la crisis del nuevo coronavirus aún está lejos de estabilizarse.
Mientras Europa avanza en su desescalada con el temor a la recaída, China controla los últimos brotes, y se incrementan nuevamente los casos en otros países de Asia y Oriente Medio; regiones como África y América Latina hacen saltar las alarmas, pues el vertiginoso aumento de los contagios va de la mano con peores condiciones para enfrentar la pandemia.
Con este panorama, aunque los recuperados ya rebasan los 5 millones, la situación sigue siendo muy compleja.
La tan esperada vacuna es aún incierta, aunque varios países han comenzado pruebas clínicas con resultados prometedores.
Con esos fondos se podría acelerar el desarrollo, aumentar las entregas y distribuir de manera justa 500 millones de pruebas del COVID-19 para mediados de 2021, así como realizar 245 millones de tratamientos del virus también para mediados del próximo año, y comprar 2.000 millones de vacunas.
El director general de la OMS ha reiterado que "ahora, más que nunca, todos los países deberán hacer que la cobertura sanitaria universal sea una prioridad".
Solo así podrá el mundo rebasar esta crisis, incluidos los más que probables rebrotes, y preparase para futuras pandemias que pueden ocurrir "en cualquier país en cualquier momento", precisó.
"No sabemos dónde ni cuándo se producirá la próxima pandemia, pero sabemos que tendrá un impacto terrible sobre la vida y economía mundiales", advirtió el director general de la OMS.
El COVID-19 ha sido un llamado de alerta a la humanidad, que ya ha vislumbrado lo que podría ocurrir si continúa por el camino de irresponsabilidad con otros seres humanos y con el planeta. No habrá próximo aviso. El momento de actuar es ahora.