La localidad de Hinojos (Huelva), no llega a los 4.000 habitantes y hasta ahora ha lidiado con la pandemia con fortuna. El coronavirus solo ha dejado dos positivos que pasaron por la UCI y dos asintomáticos, pero ahora, el revuelo se instaura en el pueblo. El motivo no es otro que la posibilidad de nombrar a una plaza de nueva creación con el nombre del director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón.
El alcalde, el socialista Miguel Ángel Curiel aclara vía telefónica que, por el momento, "es solo una idea que ni siquiera hemos oficializado ni tramitado". Este 26 de junio las cartas oficiales para contar con la aprobación del afectado parten desde Huelva a Madrid.
"No queremos que esto se politice ni crear conflictos en el pueblo", dice el alcalde, pero Simón es una figura controvertida y la oposición local rechaza la propuesta.
Pero el alcalde no comparte esta visión, señala que Fernando Simón es un profesional "apolítico" nombrado por el gobierno de Mariano Rajoy y que "con aciertos y errores, merece un reconocimiento al más alto nivel. Esto ha sido una guerra sanitaria y él ha sido quien ha llevado el timón". Convertir a Simón en héroe o villano es síntoma del momento por el que atraviesan los sanitarios, sobre todo en Andalucía.
Los sanitarios son el ascua que cada administración quiere arrimar a su sardina. Un ejemplo es la polémica y réplicas sociales que obtuvo el presidente Moreno Bonilla cuando presentó el 17 de junio las esculturas homenaje a los héroes sanitarios.
Sr. Moreno, el personal del SAS no quiere mármoles de Macael...sino que se les asegure los epis, se les resuelvan los traslados y sobre todo las OPEs...de 2016-2017 Estabilización. No quieren simbolos sino HECHOS.
— Resiste (@Resisten_te) May 25, 2020
Por encima de aplausos y agradecimientos sociales, por encima de los reconocimientos de las administraciones, los sanitarios esperan algo más.
Las batas blancas andaluzas, las más precarias
La comunidad más poblada de España es la región donde peor sale a cuentas llevar bata blanca. La sanidad pública es más precaria que en muchas regiones de la OCDE, según denuncian profesionales, colegios oficiales y sindicatos.
Andalucía es además la región donde las ratios son más bajas: 500 enfermeras por cada 100.000 habitantes, siendo la media nacional de 602 y la europa de casi 800, según denuncian el Sindicato Médico Andaluz (SMA) y también, con menos médicos, 2,7 por cada 1.000 habitantes que contrastan con los 5,3 de Navarra, cifras que, al menos en los tres últimos años, han mejorado poco a poco.
Pero no son solo pocos, sino que están peor pagados. Los médicos andaluces reciben menos dinero a final de mes en su cuenta, de media, cobra 1.231 euros brutos menos que en el País Vasco, según datos de 2018.
"Somos los que menos cobramos de España y probablemente de Europa, eso da lugar a la fuga de batas blancas a otros países donde pueden llegar a cobrar tres y cuatro veces más", cuenta el presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos (CACM), el Dr. Emilio M. García de la Torre.
Pero por encima de todo, la gota que ha colmado el vaso, es la falta de respuestas durante esta pandemia. Los sanitarios andaluces son los que mayor tasa de contagio acumulan llegando al 30%, entre los que se incluyen los 11 fallecidos en la comunidad.
Los sanitarios andaluces no han visto, hasta el momento compensado su sobreesfuerzo. "Hemos trabajado todos los días, incluidos los festivos, sin horarios, yo no he trabajado más en mi vida, a lo que hay que añadir la presión del riesgo a contaminarte" cuenta Isabel (nombre ficticio), médico de familia de un centro de salud de Albolote (Granada).
Sanitarios y sindicatos denuncian el ninguneo de su esfuerzo, desde el Sindicato Médico Andaluz señalan por ejemplo que Cataluña sí ha presupuestado 140 millones para una paga extra.
En Andalucía, sin embargo, "hemos visto cómo nos reducen el complemento salarial de productividad al 35%, sin explicaciones, una decisión unilateral, un dinero que nos corresponde. Dicen que es porque falta dinero, pero ¡no será porque han invertido en EPIs y mascarillas para nosotros!", denuncia la médico de familia.
El presidente del CACM, García de la Torre, relata al teléfono su experiencia personal. "Hemos antepuesto la salud y la vida de los pacientes a la nuestra propia, en mis propias carnes he vivido lo que se siente al contagiar a toda tu familia, mi mujer y yo hemos pasado nueve días en la UCI", mientras advierte de las insospechadas consecuencias que pueden tener los enfermos dos y tres meses después de la recuperación. Respecto al reconocimiento y compensación ha reclamado al gobierno andaluz "que no defrauden las esperanzas y las promesas".
Desde la primera línea de combate
La situación descrita por los profesionales en los centros de atención primaria es extrema. Los protocolos de seguridad han cargado de trabajo a los centros de salud. Como primera barrera sanitaria, hacen frente a las urgencias habituales, a consultas por COVID-19 y su rastreo, a las citas ya agendadas pero, sobre todo, a un aluvión de teleconsultas vía telefónica.
"Cada mañana me encuentro con 50 o 60 consultas, la mayoría por teléfono. La atención primaria actúa como retén de los hospitales. Yo atiendo al paciente, llamo al especialista del hospital y luego, traslado lo que este me indica de nuevo al paciente, como si fuéramos secretarias o mediadoras".
Por otro lado, hay centros de salud que se están cerrando, concentrando la carga de trabajo en los que quedan operativos. "Las unidades de atención en las localidades más pequeñas se cierran, todos esos pacientes vienen ahora a mi centro, no tiene ninguna lógica", concluye Isabel que alerta del colapso de la asistencia primaria.
La Junta de Andalucía no ha contestado a las cuestiones de Sputnik al respecto, pero en referencia a los cierres de centros, negó que se hicieran a El Confidencial, a pesar de los testimonios de médicos y vecinos.
Por su parte, García de la Torre valora la importancia del tejido sanitario: "La pandemia ha confirmado que hemos errado la estrategia durante mucho tiempo, centrándonos en las atenciones hospitalarias y en especialidades, lo que llevaba a debilitar la atención primaria que es y debe ser el pilar básico".
El cambio de modelo urge también en la enfermería, " hay que reforzar el cuidar más allá del curar, dada la situación de cronicidad y envejecimiento", reflexiona Pérez Raya que destaca la prevención sanitaria y la educación en hábitos saludable como factores a desarrollar por enfermeras especializadas, "el modelo actual, bajo nuestro punto de vista, está agotado y es insostenible".
Hoy ha sido el primer día que he tenido que salir de consulta para llorar de la tensión. Atrás ha quedado lo de héroes, los aplausos, lo de cuida a tu sanitario. La nueva normalidad, exige a tu médico/a, fáltale el respeto... en fin. Más de lo mismo.
— Alex B. Arrocha (@Alex_BArrocha) June 24, 2020