Mónica García, nacida en Madrid en 1974, es médica anestesióloga y política. Los últimos cien días los ha alternado entre la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario 12 de octubre y como diputada del partido Más País en la Asamblea de Madrid, el parlamento autonómico de una ciudad que se convirtió en el epicentro del coronavirus en España.
Inhumano lo que hicieron con los ancianos de las residencias de la Comunidad #Madrid #España presidida por Ayuso #PP!
— Manel Márquez (@manelmarquez) June 18, 2020
Un médico del Hospital de Parla explica cómo aplicar los protocolos que dejan sin asistencia sanitaria a los ancianos enfermos de #COVID19pic.twitter.com/OhijqnAOMy
Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, asegura que no se trató de una instrucción, sino de una sesión médica interna. Sus opositores aseguran que este vídeo prueba las órdenes políticas que se habrían girado a los directivos de los hospitales y de las residencias de mayores.
Mónica García atiende a Sputnik, en medio de una apretada agenda política, para hacer un diagnóstico de la sanidad pública española y recetar un tratamiento que podría evitar que un posible rebrote de coronavirus se convierta en una nueva crisis sanitaria.
—Usted ha estado en primera línea de combate en los dos escenarios más difíciles en medio de la pandemia: en una UCI y en el parlamento autonómico de Madrid. ¿Qué fue lo mejor y lo peor de compatibilizar ambos roles?
—Lo mejor es poder ver la realidad en los dos lugares: en el hospital viendo lo que estaba pasando con la pandemia y, en lo político, al ver las deficiencias que la política no ha sabido suplir para que le demos una mejor cobertura a la pandemia.
—Usted comenta que vivieron el colapso del sistema público en la capital, pero la presidenta de la Comunidad de Madrid ha dicho que la sanidad pública madrileña no colapsó. ¿Qué vivieron ustedes?
—Es una cosa obvia que la sanidad pública colapsó porque nos dejamos gente fuera, porque hubo directrices para dejar a los mayores fuera y porque hubo un momento en el que teníamos una lista de espera para entrar en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), eso es sintomático de que ha colapsado el sistema.
—Se han revelado varios documentos que sostienen que la Comunidad de Madrid habría dado la orden de no derivar a los ancianos de residencias a los hospitales. Recientemente también salió un vídeo en donde se ve a un médico de un hospital de Madrid instruir a otros compañeros para no admitir a los enfermos con mayor riesgo de muerte. ¿En el hospital donde usted trabaja recibieron esa orden? ¿Se priorizó la atención de pacientes dependiendo de su edad, cuadro clínico y para cumplir una orden política?
—A ver, yo nunca vi una orden política porque, en todo caso, la orden política no me llega a mí, no les llega a los profesionales. Además, eran las propias residencias las que no derivaban a los pacientes porque como tenían esa orden, directamente no derivaban.

—¿Qué pensó cuando vio el vídeo de ese doctor de un hospital de Madrid diciendo que se iba a denegar camas a pacientes con mayor riesgo de muerte?
—La verdad es que no me siento identificada con esa manera, un poco frívola, de expresarlo. Es verdad que lo que dice es que no es un criterio médico, sino político y engancha con lo que dijo la señora Ayuso hace unos días de que era una cuestión de pragmatismo. Insisto, hay que diferenciar cuando nosotros de una manera clínica decimos que un paciente no se va a beneficiar de un tratamiento, a cuando decimos que tenemos un sistema colapsado y nos estamos dejando gente fuera, y la realidad es que nos dejábamos gente fuera, pero no por un criterio clínico, sino por el colapso del sistema. Esos mismos pacientes, si hubieran aparecido dos semanas antes o cuatro semanas después, les hubiéramos admitido en el hospital. Claro que había un criterio político, no solo clínico.
—¿Por qué cree que Madrid se convirtió en uno de los principales focos, con el mayor número de muertos? ¿Qué pasó? ¿Qué falló?
—Hay una parte que es imprevisible por ser la capitalidad, por la densidad de población, por la configuración de España que es radial y que casi todo tiene que pasar por Madrid. Luego, es que no fuimos capaces de tener una vigilancia epidemiológica ni unos radares lo suficientemente conectados o lo suficientemente no recortados como para hacer frente a esto.
—Apenas bajó la presión en los hospitales, los sanitarios iniciaron jornadas de protestas frente a sus centros sanitarios exigiendo mayor inversión en la sanidad pública, mejores condiciones laborales, los trabajadores de limpieza denuncian la privatización de sus servicios, los médicos residentes han dicho que se irán a la huelga en julio. ¿Qué es lo que está pasando en los hospitales puertas adentro?
—Que llevamos 10 años de maltrato sistemático a nuestro sistema público y entonces, cuando hay este tipo de crisis, pues, obviamente el malestar se agudiza porque nadie comprende que después de esta crisis, de los aplausos, de llamarnos héroes, no hayan sido capaces, ni siquiera, de ofrecer contratos dignos a los residentes que salen, no hayan sido capaces de ponerse de acuerdo con los futuros médicos, que son los residentes, para darles unas condiciones de trabajo dignas.
—Pero el PP sostiene que eso es mentira, que se trata de una "leyenda urbana" y defienden la construcción de más de 10 hospitales durante su gestión. Además, acaban de inaugurar un hospital de pandemias en Valdebebas, que tendría más de mil camas. Ustedes critican esta construcción de hospitales. ¿Por qué? ¿A qué se oponen?
—Somos la única comunidad que ha construido 11 hospitales y ha dilapidado dos mil camas. Eso es lo primero. El anuncio de un nuevo hospital, para mí significa que no han entendido nada de lo que significa una pandemia porque no necesitamos más hospitales, sino más profesionales que atiendan las camas cerradas que hay en los hospitales públicos.
—Usted llega a ocupar puestos de elección popular después de una larga lucha social en las Mareas Blancas donde gritaban que "los recortes matan". ¿Para ustedes era previsible que algo así pasara?
—Creo que una pandemia así no era previsible por nadie. Ahora, no es lo mismo enfrentar esta pandemia con un suelo de garantía con profesionales, ratios, camas y de bienestar, que afrontarla con un sistema que se colapsaba todos los años con una gripe, que es una epidemia que tiene vacuna, que sabemos cuándo va a aparecer, cuándo va a desaparecer, qué curva va a tener y, aún así, las urgencias todos los años se colapsaban. Era bastante previsible que, si venía algo más gordo que la gripe, no íbamos a poder hacerle frente. Partimos de que estamos en una de las comunidades autónomas más ricas, pero que menos invierte en camas, en sanitarios, en sanidad, que menos invierte en educación, políticas sociales, en residencias de mayores, entonces claro que es un suelo desde el que no tienes una base buena para afrontar esto.
—Mirando hacia el futuro ¿qué se debe hacer para estar mejor preparados ante un posible rebrote?
—Fortalecer todo lo que ha fallado, insisto: los pilares de nuestro sistema sanitario que es la salud pública, la atención primaria y crear nuevos mecanismos de vigilancia epidemiológica.
—Se denuncia que el PP se ha alineado con los países del norte de Europa que exigen para los países del sur mayores controles y condiciones al Fondo de Recuperación de la UE. ¿Cómo podría influir esta postura en la lucha por fortalecer el sistema sanitario público?