"La más urgente de las tres, es el proyecto que modifica las multas de la ley de pesca", sostuvo el canciller, de acuerdo a un comunicado.
"Imaginemos que mañana Prefectura o la Armada capturan un pesquero en aguas argentinas, es decir, dentro de las 200 millas que tenemos como Zona Económica Exclusiva. Lo llevamos a puerto y las multas de hoy no tienen ninguna relevancia", planteó el canciller en diálogo con la emisora FMI La Patriada.
Las multas nuevas, las más económicas, son 300.000 litros de gasoil, además de la incautación de toda la carga de pesca y del pago de los gastos de acarreo, reveló Solá.
"Las multas van subiendo en base a si es reincidente, si no se escapó, si no se aviene, si miente, etc., pudiendo aumentar hasta cinco veces más; no podemos capturar un buque y cobrarle una multa del año 97", añadió el ministro.
Otros proyectos
La segunda iniciativa pretende proteger los recursos del lecho y subsuelo del Mar Argentino a través de la demarcación del límite exterior de la plataforma continental más allá de las 200 millas.
Un año después, la nación sumó 1.663 kilómetros cuadrados a su territorio marítimo gracias a otro aval de la ONU.
La Plataforma no otorga a Argentina derechos económicos sobre el agua, pero sí por el subsuelo, destacó el canciller.
"Reino unido nos quita una proporción porque nuestra plataforma llega hasta las Islas Malvinas", sostuvo.
El tercer proyecto de ley aspira a constituir un Consejo Nacional Asesor de Políticas sobre Malvinas que reúna a personalidades de distintos ámbitos, incluidos excombatientes, y que bajo la supervisión presidencial diseñará las políticas de Estado a mediano y largo plazo.
"No queremos ser ni duros ni blandos, queremos ser lo más efectivos posibles para lograr que el Reino Unido inicie conversaciones sobre las Islas Malvinas, y esto no significa decirle todo que sí a los británicos", concluyó el canciller.
La guerra culminó el 14 de junio con la derrota del país sudamericano y con casi 1.000 muertos entre ambos bandos solo durante el conflicto armado.
Buenos Aires y Londres retomaron sus relaciones diplomáticas en febrero de 1990 en la administración del entonces presidente argentino Carlos Menem (1989-1999).