Contener el traspaso del coronavirus a través de las fronteras internacionales constituye desde comienzos de 2020 uno de los principales desafíos para los países. El problema se agudiza en las varias fronteras secas que existen en Sudamérica, donde el tránsito de personas es fluido y los controles aduaneros y sanitarios se tornan más difíciles.
Polémica y crisis económica entre Paraguay y Brasil
Varias de esas fronteras secas, además, comunican con Brasil, el segundo país del mundo con mayor cantidad de casos —únicamente detrás de EEUU— y con un Gobierno Federal que no ha combatido la pandemia de COVID-19 con el énfasis que aplicaron vecinos como Paraguay y Uruguay, precisamente los que tienen mejores cifras de la región.

La pandemia de COVID-19 trajo polémica a la zona debido a que, al tiempo que el Gobierno nacional paraguayo decretó en marzo el cierre de la frontera, las autoridades locales reiteraban que se trataba de una medida perjudicial para la actividad económica. La discrepancia provocó el envío desde Asunción de un equipo especial de militares para custodiar la frontera, una acción respondida con actos de vandalismo que destruyeron en más de una ocasión los cercos con alambre de púas colocados por los agentes.
🇵🇾 🇺🇲 El canciller de Paraguay afirma que respiradores donados por EEUU llegarían en julio 👇 https://t.co/kXe1crkamN
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) June 4, 2020
La tensión llegó a su punto más alto el 10 de mayo, cuando el propio intendente de Pedro Juan Caballero, José Carlos Acevedo, embistió con su vehículo el cerco militar y cruzó hacia el lado brasileño para visitar a su suegra y celebrar con ella el Día de la Madre.
Mientras tanto, el canciller paraguayo, Antonio Rivas Palacios, informó este 11 de junio que las fronteras permanecerán cerradas y que la reapertura será definida en conjunto con las actividades brasileñas. El ministro de Exteriores descartó que exista presión desde el Gobierno brasileño para retomar el tránsito binacional y aseguró que la baja cantidad de casos de COVID-19 del lado paraguayo, en comparación con Brasil, es la demostración de la efectividad de la medida.
El transporte desde Bolivia y Brasil, preocupación para los argentinos
La Avenida Internacional divide a la ciudad argentina Bernardo de Irigoyen, en Misiones, y a la brasileña Dionisio Cerqueira, del estado de Santa Catarina. Si bien Argentina todavía enfrenta problemas con la pandemia, especialmente en la región metropolitana de Buenos Aires, la provincia de Misiones es una de las menos golpeadas por el coronavirus, con menos de 30 infectados y un solo fallecido.
Es que a pesar del cierre de fronteras para las personas, unos 150 camiones por día ingresan a Argentina provenientes de Brasil, según comentó al medio local Misiones Cuatro. De todos modos, el jerarca apuntó que las localidades brasileñas cercanas (no solo Dionisio Cerqueira, sino también Barracao) registraron muy pocos casos y solo un fallecido.
La preocupación también atacó a los habitantes de La Quiaca, en la provincia de Jujuy. Además de ser la ciudad más al norte de Argentina, conforma una conurbación de 50.000 habitantes con la boliviana Villazón, departamento de Potosí.
Turismo aéreo de Argentina en abril fue nulo debido a la pandemia 🇦🇷✈️🚫
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) June 10, 2020
👇 https://t.co/fJusMp1VZF
Jujuy también mantenía cierta tranquilidad con respecto al coronavirus, con tan solo nueve casos de COVID-19. Sin embargo, Villazón confirmó este 11 de junio su primer caso positivo en un hombre de 62 años, lo que alarmó a los quiaqueños, especialmente porque el hombre tenía una importante actividad comercial distribuyendo hojas de coca.
El coronavirus volvió a golpear a Uruguay desde Brasil
Uruguay y Brasil también tienen fronteras secas, con localidades divididas casi ficticiamente por calles o avenidas. La más importante es la que une a la uruguaya Rivera, capital del departamento homónimo, con Santana do Livramento, de Rio Grande do Sul. Cuando Uruguay parecía haber controlado de forma bastante efectiva al virus, un nuevo foco apareció en Rivera y se diseminó en una ceremonia religiosa celebrada a mediados de mayo.
En efecto, Uruguay y Brasil también comparten frontera en las ciudades de Chuy (del lado uruguayo) y Chui (del lado brasileño). A pesar de que se trata de una zona de gran actividad comercial durante todo el año, el primer caso de COVID-19 apareció en junio. Se trata de un hombre de 36 años oriundo de Bangladesh que ingresó a territorio uruguayo desde Brasil, pero sin documentos y sin poder comunicarse en español o inglés.
Antes de ser diagnosticado y puesto en cuarentena, el hombre durmió en la calle y hasta fue asaltado por delincuentes.
No hay que confiarse: la triple frontera de Colombia, Brasil y Perú
La situación es particularmente grave en Leticia, la ciudad colombiana conurbanada con la brasileña Tabatinga y la peruana Santa Rosa de Yavarí. Leticia es actualmente el territorio de Colombia con más casos de COVID-19 por millón de habitantes y su sistema de salud se encuentra colapsado.
🇨🇴 Ante el colapso del sistema de salud en la capital de la Amazonía colombiana, los indígenas han optado por aislarse en sus regiones y curar a sus enfermos de COVID-19 con medicina tradicional
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) June 9, 2020
👉 https://t.co/A3NhEFx24e#COVID19 #coronavirus #Amazonas #Leticia #Colombia
Paradójicamente, la situación parece vivirse con más calma del lado brasileño, ya que algunos comercios empezaron a reabrir. El prefecto de la ciudad, Saúl Bermeguy, dijo a la colombiana RCN Radio que el sistema de salud del lado brasileño no está colapsado y podría afrontar incluso un aumento de la demanda.