Y la mezcla en estos nuevos hábitats genera patologías como la gripe aviar, el ébola o los diferentes tipos de SARS, incluido el coronavirus. Por eso, lo que ha pasado en estos últimos meses, de un alcance jamás experimentado, ya se adelantaba en las más de 600 páginas de Contagio. La evolución de las pandemias (Debate) y tiene una causa clara: el maltrato al medio ambiente.
Desde su casa de Bozeman, en Montana (Estados Unidos), el autor responde por correo electrónico. Y se muestra más sorprendido por la actuación de los mandatarios que por el virus en sí: cree que los avisos eran claros, pero ningún político quería dejarse parte del presupuesto en algo que, quizás, no le tocase mientras gobernaba. El desenlace ya lo sabemos: centros de salud colapsados, caos multitudinario e incluso selección de pacientes. Lo peor, indica, es que no parece haber cambiado nada para la próxima que vendrá. Porque esto no es único: habrá "oleadas" de pandemias como no modifiquemos nuestro comportamiento.
—¿Qué ha cambiado desde que escribió el libro? ¿Se puede hablar de una era post-COVID?
Hay algo fundamentalmente nuevo: esta es la primera pandemia realmente severa de la era de la globalización. La gripe de 1918 pudo haber matado a 50 millones de personas, pero no viajó tan rápido como este virus. La población humana era de aproximadamente 2.000 millones en 1918 y hemos cuadruplicado nuestros números desde entonces. Volamos en aviones, por lo que ahora un virus puede pasar de Hong Kong a Toronto, Madrid o Nueva York en menos de 20 horas. Todo esto es nuevo.
—Se habla del VIH y del estigma hacia algunos colectivos. ¿Existe el paciente cero o la persona súper contagiosa que comienza todo o es una especie de 'chivo expiatorio' para eliminar las responsabilidades?
Cuando un nuevo virus extraño se extiende a la población humana y comienza un brote, que se convierte en una pandemia, de hecho puede haber un solo paciente cero, el primero en infectarse. O tal vez tres personas se infectan a la vez, por manejar el mismo chimpancé o roedor o murciélago muerto. Esto es muy difícil de saber, porque la observación científica no está presente en las primeras etapas de ningún brote.
—¿Es la explotación de la naturaleza la causa principal de los virus, que necesitan encontrar otros organismos, o también tiene culpa la innovación tecnológica en laboratorios?
Los virus no son "causados" ni por la explotación de la naturaleza ni (en general) por la innovación de laboratorio. Los virus existen naturalmente, en gran abundancia y diversidad, en todas las criaturas que viven en la Tierra. Cuando los humanos invaden y perturban ecosistemas muy diversos, nos exponemos a los virus de otras criaturas y les damos la oportunidad de infectar a los humanos.
—¿Qué se puede hacer para evitarlos?
La mejor manera para que los humanos eviten infectarse con nuevos virus de animales salvajes es dejar solos a estos animales salvajes.
—No te sorprende la aparición de COVID, sino la preparación de los países (a causa de las decisiones de los administradores). ¿Vivimos en la pandemia del 'cortoplacismo'?
—Dice que vemos estas epidemias como desgracias ocasionales, pero están relacionadas. ¿Por qué nadie se centra en las causas y en la secuencia que las lleva hasta nosotros?
—Termina asegurando que siempre ha habido virus, pero ahora hay además tecnócratas que los esconden y mienten por su propio beneficio. ¿Qué diferencias ha notado en el tratamiento del COVID-19 con otras patologías anteriores? En este caso, se ha dicho incluso que con beber lejía se curaba…
El problema es que las personas desconocen cómo funciona la ciencia y les preocupa alimentar a sus familias, y son incapaces de distinguir entre un rumor en Internet y un estudio científico. Tenemos una crisis en nuestras sociedades que es aún más grave que la de COVID-19: en la era de Internet, con el aumento de los políticos demagogos, muchos ciudadanos no pueden hacer una distinción entre hecho y opinión. Es una crisis epistemológica, no médica. Y está minando las grandes democracias a un ritmo alarmante.