Los murciélagos analizados por los investigadores portaban el virus RmYN02. Este tiene propiedades comunes con el coronavirus que ha causado la pandemia mundial, y más concretamente, las inserciones de aminoácidos.
"Desde el descubrimiento del SARS-CoV-2, ha habido especulaciones infundadas de que el virus es de origen artificial. En particular, se señaló que la inserción S1/S2 es muy inusual y puede indicar manipulaciones de laboratorio. Nuestro artículo muestra claramente que tales eventos ocurren naturalmente en la naturaleza", sostiene el autor principal del estudio, Weifeng Shi, director y profesor del Instituto de Biología Patogénica de la Primera Escuela de Medicina de la Universidad Cristiana de Shandong.
Para elaborar esta investigación, los autores analizaron 227 muestras de virus de murciélagos recogidas en la provincia china de Yunnan de mayo a octubre de 2019, incluso antes de la aparición del SARS-CoV-2.
"Nuestro trabajo arroja más luz sobre el origen evolutivo del SARS-CoV-2. El RmYN02 no es el precursor directo del SARS-CoV-2 porque todavía existe una brecha evolutiva entre estos virus", añade Shi.