Así, Nicolas Dupont-Aignan, líder del partido de derecha Levántate, Francia (Debout, la France) ha criticado esta prohibición en una entrevista a Sputnik.
El 22 de mayo, la revista médica The Lancet publicó un estudio que registra una tasa de mortalidad más alta en los pacientes con COVID-19 que tomaron cloroquina o hidroxicloroquina que en aquellos que no lo hicieron. Además, según el estudio, no se confirmó el beneficio de esos fármacos como tratamiento para el COVID-19.
Acto seguido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) paró el estudio sobre el uso de este fármaco para el tratamiento del COVID-19. Sin embargo, el político francés no se muestra de acuerdo con los resultados del estudio y las decisiones de la OMS.
"The Lancet publicó un estudio falso que no corresponde a la realidad y que quiere convencer de que prescribir cloroquina es peligroso, que es cardiotóxico... Y vemos muy bien que detrás de esta lucha con la cloroquina, un medicamento barato (casi gratuito) que podría salvar cientos de miles de vidas, está a la sombra de los laboratorios que buscan vendernos medicinas más caras o una hipotética vacuna", opina el político.
"No abogo por la cloroquina, sino por el mismo principio. Estoy en contra de prohibir un fármaco que ha demostrado ser efectivo. Un médico es libre de prescribirlo o no", explica, destacando que la cloroquina ha estado en el mercado libre de Francia durante los últimos 70 años.
"No es nuevo. No tiene contraindicaciones. Solo tiene que ser prescrito sobre una base razonable, lo que es el papel de un médico", concluye Dupont-Aignan.