En la región más desigual del mundo, la incertidumbre reina en el ámbito educativo. En tiempos de pandemia, todavía más. En Argentina, por ejemplo, el ministro de Educación, Nicolás Trotta, advirtió que el reinicio del ciclo lectivo no debe concretarse hasta que no haya una vacuna contra el COVID-19.
Lo único que pareciera ser certero es que hasta ahora los programas educativos a distancia que ha desarrollado la mayoría de los países latinoamericanos fueron implementados de forma "apresurada y no planificada", según denunció la Internacional de Educación América Latina (IEAL). Otro punto en común es que los docentes de la región piden a sus respectivos Gobiernos que establezcan las condiciones apropiadas de sanidad y bioseguridad para el eventual regreso a clases presenciales.
La organización IEAL —que reúne a más de 30 millones de docentes y trabajadores de la educación en el mundo y a 36 sindicatos y gremios educativos latinoamericanos— asegura que los principales obstáculos para estudiantes y docentes en este momento son las limitaciones de acceso a equipos y conectividad, lo que excluye a la población estudiantil con menos recursos.
La educación a distancia mediada por plataformas tecnológicas también ha significado un aumento de la carga laboral para los docentes, que deben adaptar los cursos a la modalidad virtual, algo que se incrementa en el caso de las mujeres sobrecargadas con labores del hogar.
La organización plantea que se debe facilitar "la apropiación docente de las tecnologías para democratizar el acceso y evitar que sean elementos de privatización y mercantilización de la educación superior".
En cuanto al regreso a las clases presenciales, la IEAL elaboró una guía con recomendaciones a los gobiernos:
- Propiciar un diálogo social y político participativo.
- Garantizar la salud y la seguridad de las comunidades educativas.
- Convertir la equidad en una prioridad máxima.
- Apoyar el bienestar y la recuperación física y emocional.
- Confiar en la profesionalidad de los educadores.
El caso argentino
Argentina prevé una vuelta a clases "escalonada". Según dijo el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, no habrá un regreso total de los alumnos a las aulas hasta que no haya una vacuna contra el COVID-19.
Mientras tanto, el Ministerio lanzó la plataforma Educ.ar, donde alumnos, familias y docentes encuentran materiales didácticos para cada día y a la que pueden acceder sin costo: navegar por el sitio no consume datos.
"La idea es darle continuidad pedagógica al ciclo lectivo de los chicos", explicó a Sputnik una funcionaria del Ministerio. "Como se planteó que no todos los chicos tienen acceso a internet, se distribuyó el material a las provincias, especialmente en los lugares donde no hay conectividad y no cuentan con un celular", agregó.
Además, casi todas las provincias del país desarrollaron plataformas con distintas propuestas educativas según el nivel de enseñanza. La funcionaria del Ministerio contó que algunos levantaron los materiales de Educ.ar, que otros elaboraron propuestas concretas para sus aulas, o que optaron por grabar clases y ponerlas a disposición en la web.
A su vez, los docentes también cuentan con cursos para que puedan seguir capacitándose a través del Instituto de Formación Docente.
El caso peruano
La suspensión de clases fue una de las primeras medidas que tomó Perú. El Gobierno decretó la medida el 12 de marzo, una semana después de que se conociera el primer caso de contagio.
Hace un mes el Gobierno peruano lanzó la plataforma Aprendo en Casa, similar a la argentina, pues consta de materiales digitales, televisivos y radiales. El ministro de Educación, Martín Benavides, dijo que tiene más de 124 millones de visitas únicas en su portal, y es seguida cada semana por más de seis millones de televidentes y difundida por más de 1.000 radios en todo el territorio nacional.
Según dijo a Sputnik Guillermo Augusto Portal García, secretario de organización estadística e informática del Comité Ejecutivo del Sindicato Único de Trabajadores en la Educación del Perú, dentro de los mayores obstáculos está la conectividad y acceso a equipos tecnológicos.
"Lo primero que tenemos que hacer es un cambio de sistema educativo basado en mayor atención a la educación pública antes que a la privada. Como Sutep hemos solicitado una dotación de laptops y tablets, y también que estas entregas se realicen sin las exclusiones que el Gobierno anunció, ya que se van a entregar tablets en la zonas rurales. Aquí también se está evidenciando la exclusión a gran parte del magisterio peruano, entendiendo que son las zonas urbanas donde más se concentran los alumnos y maestros", advirtió.
Portal García aseguró que el retorno de los alumnos a la escuela pública "tiene que ser con más presupuesto, más responsabilidad, e inclusive más docentes".