Cada día, Eva se desplaza en metro y de camino a su trabajo reflexiona sobre cómo será la jornada, cruzando los dedos para no contagiarse.
Los trabajadores de las farmacias son uno de los colectivos más expuestos ante la crisis del coronavirus. Los datos reflejan que desde que empezó la pandemia en España, ha habido 493 contagios y 12 fallecidos según datos del Consejo General de Colegios Farmacéuticos (CGCF). A fecha 24 de abril, se reduce el número de farmacias cerradas a 28, aunque llegaron a echar el cierre más de 65 farmacias durante la crisis del coronavirus.
"A la farmacia acuden todos los días personas enfermas y estamos muy expuestos a contagiarnos. Hemos estado un tiempo trabajando con mascarillas de tela..." explica Eva, "nuestro servicio es fundamental y por ello, como no queríamos arriesgarnos y nadie nos daba pautas, nosotros mismos hemos optado por dar el servicio a través del guardiero (ventanilla de seguridad) para evitar contagiarnos y tener que paralizarlo".
"Hemos tenido muchos pacientes que han fallecido. Lo que más me ha pesado es ver como clientes habituales que son como una familia para nosotras, daban positivo y a los pocos días fallecían". Eva recuerda especialmente un suceso con gran desazón: "Una de las cosas que más me sorprendió es cuando me enteré que a un vecino que era diabético, que no tenía síntomas de coronavirus ni era positivo, le dio una subida de glucosa e intentó contactar con emergencias durante más de dos horas. No le atendieron y finalmente falleció; no por coronavirus, si no por el colapso que se vivía en el sistema sanitario", subraya Eva, "sientes mucha impotencia al no poder hacer nada".
Así también lo corrobora Eva, quien explica que a partir de la tercera semana de confinamiento la cosa empezó a mejorar, aunque las colas de sus clientes seguían doblando la calle. "Sobre todo venía gente con muchas dudas y nosotras, aunque estábamos muy desinformadas, intentábamos atenderles de la mejor manera posible. Poco a poco nos hemos ido adaptando a las circunstancias".
"Ahora ya hay mucha gente recuperada y nos hemos organizado de tal manera que trabajamos medio día en la farmacia y el resto del día llevamos medicación a los vecinos que no pueden salir, a los recuperados o a los positivos que están en cuarentena. Atendemos muchas dudas por teléfono, cosa que antes no hacíamos, para ayudar a la gente a que no salgan de casa y evitar las aglomeraciones".
Contra los precios abusivos
El 24 abril entró en vigor el precio máximo de venta al público de mascarillas y geles de las nueve empresas que autorizó fabricar la Agencia Española del Medicamento ante la alerta sanitaria pero farmacéuticas como Laura, quien trabaja en Gran Canaria, asegura que ya las vendía a ese precio antes del decreto: "Las vendo a 0,90 céntimos las quirúrgicas y a 4 euros las FFP2 mucho antes de que el estado fijara los precios. Siempre las he vendido al precio al que me lo suministran los proveedores, no veo ético hacer negocio de estos productos".
Por su parte, Eva, explica a Sputnik que en su farmacia de Madrid venden tanto las quirúrgicas a 0,96 euros, precio fijado por el Gobierno, como las FFP2 a 6,50 euros. "Me gustaría recalcar que los proveedores nos subieron los precios y por ello pedimos a Sanidad que lo regularan...pero llegan tarde después de dos semanas".
"No es el gobierno quien baja los precios, es la farmacia la que lo hace, puesto que ya estaban compradas. Ahora es la farmacia la que asumirá las pérdidas", argumenta Eva.
Manuela, otra farmacéutica del sur de Madrid, confiesa que a ella ya se le han acabado las mascarillas y por ello vende unas de tela que rondan los 3 euros. "Ayer se nos acabaron las quirúrgicas, las vendemos a 1,80 y las compramos a 1,30 más el IVA, para cubrir gastos. Hasta que no vengan las nuevas no sabremos si vendrán acorde a un precio asequible para poder venderlas a 0,96, como decretó el Gobierno".
"El Consejo General de Colegios Farmacéuticos espera que esta propuesta, aunque llega algo tarde, consiga poner fin a los abusos que hemos sufrido los farmacéuticos y los ciudadanos. Era necesario regular el precio de las mascarillas para evitar las prácticas abusivas, con precios desorbitados, que eran ofertados a las farmacias por proveedores ajenos al sector farmacéutico", afirma el presidente del CGCF en una nota informativa.
Este colectivo, que trabaja en primera línea, también hace sus reivindicaciones: "Solicitamos al Gobierno más accesibilidad y sobre todo que cambiara el IVA de los productos de urgencia del 21% al 4%, con eso abarataría costes y todo el mundo tendría acceso a los productos de primera necesidad, porque esto es una urgencia sanitaria", explica Manuela.
En este sentido, la farmacéutica canaria considera que los trabajadores como ella, "siendo un sector que está en primera línea de batalla, debemos ser considerados como lo que somos".
Como Manuela, Eva y Laura son muchos los trabajadores de las farmacias que apelan por una mayor accesibilidad e información. "No nos sentimos protegidos. Muchas farmacias han tenido que cerrar por contagio de su personal. Desde los organismos públicos no se han tomado medidas eficaces e incluso algunas de las declaraciones de sus portavoces nos han hecho sentir como si no fuésemos parte del sistema sanitario", explica Laura.
"Hemos sentido que éramos los últimos. Todos son importantes menos nosotros, que estamos aquí de cara al público" expresa una de las empleadas. "Dependemos del Ministerio de Sanidad, pero Sanidad no ha hecho nada por este colectivo."