La primera persona fallecida por un meteorito vivió en una aldea iraquí en el siglo XIX, escriben los autores de un artículo publicado en la revista Meteoritics & Planetary Science.
Sin embargo, el primer caso confiable de muerte humana por un meteorito fue un incidente que tuvo lugar en 1888. Científicos de la Universidad del Egeo (Esmirna) y sus colegas del Centro de Investigación Ames de la NASA y el Instituto SETI lograron encontrar su descripción en tres fuentes históricas distintas.
Encontraron la información en el archivo presidencial estatal de Turquía entre 5 millones de documentos escritos en otomano que se han digitalizado en los últimos años.
El primer documento, una carta redactada por las autoridades de la ciudad de Sulemania, actualmente al este de Irak, indica la fecha del incidente: el 22 de agosto de 1888 a las 20:30. Habla de una explosión en la atmósfera y la consiguiente caída de varios meteoritos en la tierra.
Un fenómeno similar también fue observado en la aldea de Jurmal, actualmente Gulambar. Después de una explosión en esta área durante unos diez minutos, cayeron meteoritos "como lluvia".
Como resultado, una persona murió y otra quedó paralítica, indica la carta.
Los habitantes de la aldea de Dilaver al mismo tiempo "agradecieron a Alá" el hecho de que ninguno de sus habitantes muriese. Sin embargo, toda la cosecha de los campos circundantes fue destruida, dice la carta. Al mismo tiempo, una de las muestras de meteoritos fue enviada por un gobernante local al palacio del sultán otomano.
La tercera carta repite aproximadamente la descripción del evento y destaca que el 18 de octubre de 1888 un gobernante local envió una carta "con un fragmento de la piedra" a Mehmed Kamil Pasha, un estadista del Imperio otomano que había servido cuatro veces como gran visir.
Los científicos pudieron establecer la dirección aproximada del cuerpo espacial y describir su vuelo. "El meteorito voló desde Gulambar (desde el sureste), fue hacia el pueblo de Chisana y chocó contra una colina en forma de pirámide en Sulemania", escriben los científicos.
Según los autores, el hecho de que el mensaje sobre el meteorito no apareciera en los medios sino en la correspondencia gubernamental en la que se menciona al gran visir no da motivos para dudar de la autenticidad de este evento.
"Este es el primer mensaje en la historia que utiliza tres documentos escritos que describen el impacto de un meteorito que mató a una persona", concluyen los investigadores.
Los autores del descubrimiento ha decidido ahora continuar trabajando en los archivos para encontrar más evidencia de este evento.