La hoja de ruta enumera "las recomendaciones concretas que los Estados miembros deben tener en cuenta al planificar el levantamiento de las medidas de confinamiento".
El documento estipula que el levantamiento de las restricciones debe ser gradual y pasar en diferentes fases.
Además señala que "las medidas generales deben sustituirse progresivamente por medidas específicas".
"Las restricciones de viaje y los controles fronterizos deben suprimirse una vez que la situación epidemiológica de las regiones fronterizas converja suficientemente", indica.
Asimismo el documento recomienda reactivar la actividad económica de manera gradual y no reincorporar a todos los empleados a sus puestos de trabajo al mismo tiempo.
Sin embargo, según la hoja de ruta, los esfuerzos para prevenir la expansión del virus deben mantenerse.
"La acción debe ser objeto de un seguimiento continuo y hay que estar preparados para el retorno a medidas de confinamiento más estrictas si fuese necesario", precisó el documento.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, enfatizó que la prioridad del bloque comunitario es "salvar vidas y proteger a los ciudadanos europeos contra el coronavirus (...) por esta razón, la Comisión elaboró un catálogo de orientaciones, criterios y medidas que sientan las bases para una acción reflexiva".
A su vez la comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides, declaró que el retorno a la normalidad "exigirá un enfoque cuidadosamente coordinado y europeo entre los Estados miembros, basado en la ciencia y en el espíritu de solidaridad".
Subrayó que este camino será largo y difícil, pero "Europa volverá a levantarse, junta y unida. Este es el único camino".
A mediados de marzo los países del espacio Schengen introdujeron la restricción a los viajes no esenciales a la UE por 30 días para detener la propagación del coronavirus.
El 8 de abril la Comisión Europea recomendó a los países prorrogar hasta el 15 de mayo las restricciones impuestas en el marco de la lucha contra el coronavirus.
Desde el 11 de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) califica de pandemia la enfermedad COVID-19 causada por el coronavirus SARS-CoV-2, detectado por primera vez en la ciudad china de Wuhan a finales de 2019.
A lo largo del mundo, el nuevo coronavirus infectó a más de dos millones de personas, provocando más de 128.00 decesos, mientras que unas 501.000 personas se recuperaron, según la Universidad Johns Hopkins (EEUU).