Este 12 de abril, la secretaria de Energía mexicana, Rocío Nahle, destacó que, tras acordar con Estados Unidos una reducción de 300.000 barriles adicionales "para compensar el compromiso de México con la parte restante", el país latinoamericano se sumaría al plan para reducir la producción petrolera de 9,7 millones de barriles diarios a partir del 1 de mayo. A su vez, el secretario de relaciones exteriores, Marcelo Ebrard, destacó el trabajo de la titular de Energía y señaló que la estrategia energética del presidente Andrés Manuel López Obrador funcionó.
Cabe recordar que el 10 de abril la representación mexicana se retiró de la reunión telemática de los líderes de la OPEP+, en rechazo al acuerdo alcanzado por los 14 países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), así como por Azerbaiyán, Bahréin, Brunéi, Kazajistán, Malasia, Omán, Rusia, Sudán y Sudán del Sur.
En todo caso, los alcances que podría tener para México este resultado, en vista de su papel en las negociaciones, así como por los intereses que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador defendió ante los principales productores de crudo a nivel internacional, todavía no son muy claros.
Para el analista económico Guillermo Barba, la postura mexicana no era del todo vital para evitar el acuerdo finalmente anunciado.
"La participación de México en el mercado global de petróleo es tan irrelevante ya, que con o sin él los efectos de un acuerdo de la OPEP+ se harán sentir en la estabilización de precios. México no era necesario económicamente hablando", comentó.
Aun así, es necesario apuntar que la postura de México ante la OPEP+ tuvo como base el proyecto político de López Obrador en Petróleos Mexicanos (Pemex).
Ese cambio, además tuvo un impacto en la postura adoptada tradicionalmente por los gobiernos mexicanos en las negociaciones previas sobre la producción de crudo. Sobre esto, Arellanes recuperó el caso de 2016, en donde la OPEP decidió por última vez recortar la producción mundial.
La apuesta de López Obrador por incrementar la producción de petróleo se complementa con un plan para aumentar la refinación de gasolinas a nivel nacional. Al respecto, Víctor Gómez Ayala, destacó que la reducción de la producción sí se opone a la disponibilidad de barriles para producir gasolinas.
"Hay que recordar que los contratos de exportación de Pemex son muy rígidos, se tienen que mandar a las refinerías de Texas cierto nivel de producción. Esa producción no la puedes recortar. Si tú recortas la producción total, el impacto se refleja sobre el volumen que tienes disponible para refinar a nivel local, y ahí tienes una confrontación con el proyecto de incrementar la producción de gasolinas", apuntó.
Sin embargo, para los especialistas consultados por Sputnik habría sido positivo aceptar el recorte propuesto por la OPEP+, ya que eso podía ayudar a encubrir las dificultades que se anticipan para cumplir con la propuesta de rescate para Petróleos Mexicanos (Pemex).
Fausto Álvarez, extitular de la Unidad de Administración Técnica de Asignaciones y Contratos de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, recordó que, con los precios actuales, a Pemex le resulta más caro producir crudo que dejar de producirlo.
"Por eso muchos de nosotros veíamos la propuesta de reducción del 23% como una bendición escondida, porque quizá, de fuera, pudieran empujar un poco a que Pemex redujera la producción y con eso se enfocara en los campos que son más rentables", apuntó.
En el mismo sentido, Juan Arellanes mencionó que México ya agotó sus principales yacimientos. Esto, aunado a la situación actual del mercado energético, complica las perspectivas de recuperación de Pemex, incluso tras no reducir al mismo nivel de la OPEP+ su extracción de crudo.
La rentabilidad de los campos petroleros estaba en duda desde tiempo antes, alertó Fausto Álvarez. Como señal de esto, recordó que las grandes petroleras en otros países han anunciado recortes en sus inversiones para este año por la caída de precios.
A su vez, Víctor Gómez Ayala subrayó que en México se ha optado por medir la productividad de Pemex con base en su capacidad de extraer petróleo, aunque "poco pensamos en el costo que incurre para producirlos, este enfoque es el que parece estar enfrentado aquí. El tema es que, en términos de valor, hoy recortar la producción hacía sentido, porque lo que ganabas en precio era mayor, porque los ingresos de ventas crecerían".