El estado de catástrofe en Chile, seguido del toque de queda decretado por el Gobierno, obligó al confinamiento obligatorio de la población a partir de las 10 horas de la noche. A esto se suma la cuarentena total y el temor generalizado frente a un posible contagio de COVID-19; así se han quedado sin clientes cientos de trabajadoras sexuales en Chile.
Con 10 años de experiencia como estríper y escort en Santiago y al sur de Chile, Celeste observa que las más vulnerables entre ellas son "las trabajadoras mayores que trabajan en la calle". No tienen apoyo, no tienen alternativas de trabajo en clubes o en formato virtual; tampoco cuentan con departamentos para "hacer sus propias citas".
"Van a seguir trabajando las chiquillas. No creo que paren, siempre hay gente más arriesgada para estas cosas, que tienen que seguir trabajando no más, ¿sino qué van a hacer?", reflexiona.
Pero la escasez de clientes no es lo único que afecta a las trabajadoras sexuales en este tiempo de pandemia, sino el regateo que hacen quienes requieren de sus servicios. "Ellos esperan que como estamos en cuarentena y hay crisis, yo debería cobrar menos. En su lógica de mercado, eso es lo que piensan que tiene que ser", denuncia otra trabajadora sexual en diálogo con Sputnik.
Vesania, que trabajaba como escort, actualmente mantiene clientes a través de plataformas digitales. La joven prostituta, que también se dedica a la producción pornográfica de videos y fotos, tiene una respuesta clara a quienes le plantean una rebaja de precio: "Les digo 'no'. '¡Al contrario! ¡Yo debería estar cobrando más porque hay cuarentena!'".
"Si me voy a estar exponiendo, por lo menos que la hueá (cosa) valga la pena; esta es mi lógica", explica.
Prostitución en la pandemia: entre el peligro y la necesidad
Lo cierto es que la situación debido a la crisis del COVID-19 se ha vuelto particularmente complicada para un gran número de personas que trabajan en la prostitución, como bien lo grafica en entrevista con Sputnik Herminda González, vocera de la Fundación Margen de Trabajadoras Sexuales y secretaria organizacional de la Red Latinoamericana y del Caribe de Trabajadoras Sexuales.
González explica con preocupación que sus compañeras de labores "ya llevan un mes sin trabajar y es terrible", porque muchas de estas mujeres tienen niños pequeños que requieren de comida, "todos los días niños piden pan, quieren la leche, y hay muchos niños pequeños que usan pañales", recalca. Necesidades básicas, como cualquier mujer, solo que en su caso se puede volver más peligroso, como lo denuncia Vesania.
"Cuando hay menos clientes hay compañeras que como se ven urgidas, porque no tienen ahorros o tienen muchos hijos, y tienen cosas que pagar, ¿qué pasa?, que llega el gallo (hombre) te ofrece más plata por culiar (tener sexo) sin condón, y tú como estás en crisis, llevas varios días en que no has tenido clientes, dices: "chuta (mira), no he trabajado en toda esta semana, quizás lo hago."
Incluso la actriz porno revela que, debido a la crisis, varias de sus colegas han decido atender a clientes que saben se ponen agresivos, "hay muchas compañeras quizás lo están haciendo por el tema de la crisis, voy a hacer la wea (cosa), o ya filo (no importa), voy a atender a este cliente que me trata mal".
"Está difícil porque yo me arriendo departamento para trabajar, pero en los edificios no están dejando entrar visitas. Por ejemplo, estaba en Santiago en un departamento con una amiga y subieron dos clientes y teníamos dos clientes más y no los dejaron pasar. Nos llamaron así: 'qué onda, ya van dos visitas'. Entonces, por donde trates de rebuscarlo lo que implica un contacto físico ya no se va a poder hacer", explica.
Solidaridad entre trabajadoras del sexo
Frente a la crisis sanitaria y la grave situación que están viviendo las trabajadoras sexuales, estas mismas mujeres se ha organizado de distintas formas para ir en ayuda de sus compañeras.
"Las mujeres que ejercen el trabajo sexual hoy están mucho más desvalidas y no tienen apoyo de ningún lado, justamente por eso y como fundación Margen nosotras acopiamos alimentos y les entregamos a las compañeras una canasta familiar muy completa", detalla Herminda González.
Muchísimas gracias a todas las personas y organizaciones que solidarizan generosamente con mujeres trabajadoras sexuales más vulnerables a grave crisis sanitaria por #Corvid19. El afecto y complicidad entre nosotrxs son esperanza de futuro 💋 #TrabajoSexualEsTrabajo @RedTraSex pic.twitter.com/RkVqmOzoBW
— Fundación Margen (@fundacionmargen) March 21, 2020
Una iniciativa que ha resultado muy exitosa, al ir en apoyo con mercadería y materiales de higiene y aseo, y que ha sido a nivel regional en Latinoamérica. "Las compañeras está muy contentas, las primeras que lo hicieron fueron las compañeras argentinas de AMMAR, seguimos nosotras y después las de Colombia", cuenta González.
Ella también reconoce que "son la mayoría de las trabajadoras sexuales autónomas, virtuales, que no tienen contacto sexual de cuerpo a cuerpo con los clientes, las que están apoyando a sus compañeras más grandes, mayores de 40, y a las mujeres, por qué no decirlo a las mujeres adultas mayores".
"Hicimos una colecta donde mucha gente nos envió dinero o especies, pero sobre todo dinero para comprar nosotras canastas familiares para las trabajadoras sexuales más vulnerables y obviamente estaban muy agradecidas, pero también pasó que no nos alcanzó tampoco para todas. Entonces, qué pasó', que le dimos prioridad a las de la tercera edad", cuenta Vesania.
Reinventarse en la emergencia
Este tiempo de coronavirus, que ha confinado en las casas a las trabajadoras sexuales y los clientes, ha forzado a muchas de estas mujeres a incursionar en servicios de sexo virtual para mitigar las pérdidas.
"Reconozco que siempre le he tenido un poco de recelo al trabajo virtual", señala Celeste, quien menciona que tiene un grupo de WhatsApp con un grupo de compañeras donde decidieron indagar en el trabajo virtual, y aprender de quienes tienen más experiencia en este soporte, "varias compañeras ya están un poquito más avanzadas por decirlo, así que les está yendo bien".
Porque según Celeste como no se puede estar en las calles y sus clientes tiene necesidades, "tú cachai (entiendes) hombres, la calentura, todo, no pueden salir, qué hago, qué hago, compro contenido virtual".
Trabajo sexual en Chile: ¿dónde están los derechos?
Herminda González como vocera de la Fundación Margen y frente a la precariedad en las que están muchas mujeres que ejercen el trabajo sexual, hace un llamado al Gobierno para que se haga cargo de las trabajadoras que están en condiciones precarias, sobre todo aquellas que lo hacen en forma autónoma y en la vía pública.
Y les recuerda que "ellas también votan y ejercen el mismo derecho que puede ejercer cualquier persona, cualquier ciudadano de este país".
Para la vocera, lamentablemente el Estado no ha hecho cargo de la problemática de las trabajadoras sexuales, porque hoy día si las mujeres hubiesen estado reconocidas como trabajadoras hubiesen tenido beneficios del Estado.
"Entonces sigue en la nebulosa de que las compañeras son escoria, son extraterrestres, no existen, invisibilizadas totalmente en esta pandemia", concluye.