Kate Kennedy, de 25 años, es una de las actrices de porno en internet de EEUU que ayudan a aliviar los ataques de ansiedad. Hace una semana la joven se registró en el sitio web para adultos OnlyFans, donde los usuarios le pagan unos 10 dólares al mes para verla desnuda, cepillándose los dientes y presenciar sus actuaciones sexuales.
Ahora, la joven tiene unos 100 suscriptores en su cuenta y ha aumentado cuatro veces sus propinas y las ganancias mensuales.
"Las chicas 'webcam' y los creadores de contenido [para adultos] están haciendo negocio como locos", resumió.
A su vez, la actriz de porno en línea Joslyn Jane, de 29 años, ha logrado recaudar unos 1.700 dólares a la semana de propina vendiendo sus actuaciones en solitario y con su pareja en OnlyFans. De esta manera, el precio de su material erótico ha aumentado unos 650 dólares, de los 1.050 que solía cobrar de media durante el mismo periodo.
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Sin embargo, no todas las trabajadoras sexuales prosperan durante la propagación del brote de coronavirus. Las estríperes, cuyas ganancias dependen enormemente de las propinas que les dejan los clientes, sufren enormes daños.
"He decidido mantenerme aislada de todos los clubes. He cancelado bastantes actuaciones. Tengo que estar a salvo en estos tiempos", recalcó la estríper Tyler Faith.
Previamente la plataforma de vídeos para adultos Pornhub había permitido que los ciudadanos residentes en Italia pudiesen acceder de forma gratuita a sus contenidos Premium mientras estén en cuarentena.