"El Gobierno estudia diferentes caminos para aliviar aún más las repercusiones económicas y sobre todo para resguardar los empleos, vamos a poner todo nuestro esfuerzo, capacidad y creatividad para ayudarlos", dijo la presidenta transitoria Jeanine Áñez a un grupo de empresarios.
Las nuevas medidas de alivio se sumarían a otras ya vigentes como recortes de tarifas de agua, luz y gas domiciliario, suspensión temporal de pagos de créditos y entrega de bonos extraordinarios para parte de la población.
Crisis económica
Áñez anunció la posibilidad de nuevas medidas económicas ante la pandemia desatada por el nuevo coronavirus tras recibir en el Palacio de Gobierno a un grupo de empresarios que le entregó una donación equivalente a 3,2 millones de dólares, que la gobernante dijo que destinaría a la compra de insumos médicos.
"Vamos a salir de esta prueba. Sabemos que esta crisis está golpeando la economía en todo el mundo, a la de las grandes empresas al igual que a las pequeñas, a los pequeños negocios, a los restaurantes, a los trabajadores independientes, es decir absolutamente a todos", dijo la presidenta.
Entre las medidas ya aprobadas contra la pandemia, destacaban una ley que dispuso la suspensión inmediata del pago de créditos que regirá hasta seis meses después de la actual situación de emergencia, y facilidades del Gobierno para el funcionamiento de las industrias de alimentos.
Entre esas propuestas, figura una de la bancada del MAS para financiar un fondo de ayuda a sectores desprotegidos con una rebaja del 50% y por tres meses de los salarios de los principales dignatarios del país, desde la Presidenta hasta parlamentarios, gobernadores, alcaldes, jueces y asambleístas regionales.
Otro proyecto plantea la reducción en 50% de las tarifas de telecomunicaciones, que quedaron fuera de un recorte establecido en una ley anterior, además de descuentos en los pagos a colegios y universidades privados y en alquileres de oficinas y viviendas.
El ministro de Trabajo, Oscar Mercado, declaró a la televisión estatal que consideraba "oportuno" ampliar la cuarentena, "para no correr riesgos (…) tras este esfuerzo de los bolivianos".
Oscar Urenda, secretario de Salud de Santa Cruz, el departamento donde se concentra más de la mitad de los casos de COVID-19, dijo el fin de semana que no veía posibilidades de una normalización de actividades a corto plazo.