"La lista de restricciones que impone el embargo y que afectan negativamente al pueblo cubano son innumerables. Ahora estas restricciones tendrán un efecto exponencial", refiere a Sputnik el profesor cubanoamericano Carlos Lazo, promotor de esta iniciativa.
En la situación excepcional que atraviesa el mundo con el COVID-19, de la que no escapa Cuba, esto podría provocar sufrimientos aún mayores a los cubanos. A las penurias ya habituales para transportarse, conseguir alimentos o medicinas se les podría sumar las relativas a la pandemia, incluyendo la falta de los insumos requeridos para combatirla.
"Hace unas semanas el gobierno norteamericano prohibió el envío de remesas familiares desde otros países del mundo a Cuba [esto ahora solo es posible desde los Estados Unidos]. Con la caída del turismo en Cuba, debido a la crisis mundial por el coronavirus, el país podría enfrentar una crisis económica y humanitaria de incalculables consecuencias", recuerda Lazo.
Uno de los reglones económicos más importantes para la frágil economía insular, el turismo, ya vio caer en enero en un 20% la llegada de viajeros debido a la suspensión de los cruceros y la prohibición de los viajes de los ciudadanos norteamericanos, medidas impuestas por el Gobierno de Trump.
"Creo que es hora de que el Gobierno norteamericano revalorice su política hacia Cuba y ponga a un lado el diferendo político con la isla", considera Lazo. "Es hora de pensar, no como país, o a través de ideologías, sino desde la perspectiva de la familia humana."
La petición, que ha sido firmada ya por miles de personas, en su mayoría cubanos residentes en el extranjero, solicita a Trump que cese el embargo económico contra Cuba, al menos mientras dure esta epidemia mundial. Según Lazo, "el levantamiento de las restricciones o de algunas de ellas, permitiría entre otras cosas, que los cubanos que vivimos fuera le mandáramos dinero a nuestras familias en la isla de manera ilimitada e invirtiéramos en negocios en la isla". También le permitiría a Cuba acceder a mercados que ahora mismo le están vedados, y comprar equipos médicos o de otra índole necesarios para su economía, puntualiza.
"Ante una emergencia mundial como la que presenta el coronavirus para el mundo, Estados Unidos y Cuba deben ser aliados en combatir este flagelo y en enfrentar las consecuencias negativas que esta enfermedad pueda tener para la economía de sus naciones y para sus pueblos", afirma el profesor, que es conocido también por anteriores iniciativas para acercar a cubanos y estadounidenses.
Eliminar impuestos o pagos extras por estos envíos ayudaría a estimularlos en esta hora de necesidad, constata. "Se deben buscar modelos e iniciativas que le permitan a la gente subsistir, mantener sus negocios, pagar sus impuestos y permisos de empleo y cuotas de manera aplazada hasta que pase esta crisis que, con la ayuda de todos y la solidaridad de todos, va a pasar."
Atenuar sanciones, reclamo de muchos
No pocas voces en el mundo se han alzado para pedir que se suavicen las restricciones en esta hora difícil, no solo a Cuba sino también a Venezuela o Irán, que han visto ya rechazadas peticiones de ayuda.
La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, instó a los Estados a atenuar las sanciones sectoriales contra países que se enfrentan a la pandemia del coronavirus para evitar su posible impacto negativo en el sector de la salud y los derechos humanos.
"En este momento decisivo, las sanciones sectoriales deberían atenuarse o suspenderse, tanto por razones de salud pública como para reforzar los derechos y defender las vidas de millones de personas en esos países", dijo Bachelet citada en un comunicado.
A pesar de sus propias penurias y del bloqueo, la isla caribeña envió medicamentos a China, y sus médicos combaten hoy la pandemia en Italia, Venezuela, Jamaica y Nicaragua, entre otros.
El amor es por ahora, el único antídoto para el coronavirus.