Los contagios por coronavirus sobrepasan ya el millar en Andalucía, pero hay quien no tiene tiempo ni de alarmarse por las noticias. Sin apenas un respiro para atendernos, Rolando Parra desde el centro logístico de Transportes Belzunces explica que están sobrepasados de trabajo, "el teléfono no para de sonar", con una flota de más de 160 camiones frigoríficos funcionando al 100% exportando a Europa frutas y hortalizas procedentes en su mayoría del Sur de España y del Levante, "ni siquiera podemos asumir más trabajo porque no tenemos más camiones, pero la demanda existe, si nuestra flota fuera el doble de grande igualmente la totalidad estaría funcionando" calcula el coordinador de la misma. La situación en la exportación de productos agrarios y alimentarios es superlativa.
Y llevando la mirada más al terreno y a las zanjas de siembra, desde su propia producción de Ronda (Málaga), la bióloga y agricultora María Llorens cuenta que "mi #quédateencasa es quédate en el campo, no podemos parar de trabajar, el ganado o el trigo no entienden los problemas de los hombres y necesitan alimentarse, más con la sequía que tenemos".
El campo no ha parado con la crisis del coronavirus, de hecho está trabajando más en todos sus eslabones productivos, lo que posibilita que la cadena alimenticia nacional no haya sufrido desabastecimientos a pesar del bloqueo de potencias exportadoras como China o Italia. Otro síntoma de lo indispensable que es el sector primario ahora es el hecho de que asociaciones agrarias como ASAJA o COAG no tienen constancia de los omnipresentes ERTES en asociaciones agrarias o ganaderas, "si paramos nosotras, ¿quién iba a llenar los estantes de los supermercados?" se pregunta María Llorens, que además de gestionar su producción es presidenta de la red nacional de jóvenes agricultores de ASAJA.
El sector agrícola se manifestaba hace solo unas semanas con tractoradas y cortes de tráfico por todo el país. Protestaban contra un sistema productivo que merced a la globalización, hacía de la agricultura y ganadería una actividad insostenible en España. Esa insostenibilidad que denunciaban ha mutado, gracias o por culpa de COVID–19, para erigirlo ahora como sector insustituible, "no creo que seamos héroes, hacemos nuestro trabajo", cuenta Rolando desde Almería, "pero no es fácil, aunque las mercancías pueden circular según el Real Decreto 463/2020 del estado de alarma, tenemos que lidiar con la falta de una normativa clara, no hemos parado de producir y exportar a Europa, pero nos encontramos con que cada región tiene unas medidas y restricciones diferentes, así es imposible coordinar un servicio efectivo".
Analistas Aurelio Médel, ven en esta crisis una oportunidad para reivindicar y apostar por el valor MadeInSpain del sector primario, relegado en España por el sector servicios y la oferta procedente de otros continentes, "es el momento de producir mejor y con mayores garantías, aunque resulte más caro. En las circunstancias actuales algo más de inflación no sería un problema si trae más empleo y menos costes sociales (paro)… lo que está claro es que de esta crisis vamos a salir con más déficit y deuda pública, y ya nos sobraba".