La industria del petróleo permanece en estado crítico y este viernes 10 volvió a registrar caídas históricas. El barril de WTI (estadounidense) llegó a cotizar por debajo de los 27 dólares y el de Brent (europeo) rondó los 30 dólares. En lo que va del año las pérdidas han superado el 30 % y si bien las noticias no son buenas para ninguno de los productores, los países cuya producción es no convencional se tambalean ante la posibilidad de tener que dejar de extraerlo.
Sin embargo, este tipo de crudo está contenido en rocas de baja o nula permeabilidad llamadas lutitas. A diferencia de los yacimientos convencionales, en ella el hidrocarburo no puede fluir. Por este motivo, su extracción —a través de fracking— es más costosa y de acuerdo a los expertos no es rentable cuando el barril está por debajo de los 50 dólares.
"EEUU ha irrumpido en los últimos años como un gran actor en el mercado de la producción petrolera de la mano de los no convencionales", explicó a Sputnik Gustavo Lahoud, experto argentino en recursos naturales y geopolítica.
"El escenario productivo de ese país es de difícil replicación en otros mercados, porque la industria de lo convencional requiere de grandes fondeos de capitales, de muchísima tecnología e infraestructura, y va de la mano de una creciente necesidad de apalancamiento financiero", agregó.
"Estas tensiones, en caso de que tuvieran mayor repercusión en el tiempo, imposibilitarían en forma inmediata el desarrollo masivo del yacimiento Vaca Muerta. No solo por el precio internacional y su impacto en el mercado argentino sino porque Argentina está en un escenario de austeridad fiscal y en un posible y riesgoso acuerdo por la reestructuración de la deuda, con el FMI, con los acreedores privados bajo legislación extranjera, todo lo cual configura un escenario que le dificultaría mucho generar recursos fiscales", agregó el experto.
Los precios del petróleo empezaron a caer luego de que Arabia Saudita terminó con la limitación a la producción acordada por el cónclave de la OPEP+ en 2016 y se hundieron aún más luego de la declaración de pandemia por el COVID-19.