Las autoridades nacionales de España y Marruecos afirman que el cierre de las fronteras ha sido coordinado. De hecho, aunque en los anuncios del presidente Pedro Sánchez se cerraba la puerta a embarcaciones procedentes del exterior, hay excepción hasta el día 15 para los viajeros en tránsito que sí quieran retornar a España.
Las líneas marítimas de pasajeros Algeciras-Tánger Med y Tarifa-Tánger Ciudad quedaban canceladas a partir de las seis de la madrugada de este 13 de marzo. Por el momento, solo afecta a pasajeros y cruceros, atendiendo al decreto del Ministerio de Transporte del Reino de Marruecos. En cambio, sí se mantiene el tráfico para camiones y el tránsito de mercancías. Solo el conductor –aclara la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras– puede cruzar las fronteras entre el puerto de Algeciras y Tánger Med, la principal conexión para mercancías, hortalizas y frutas.
Algeciras es la principal conexión con Marruecos. Anualmente transitan por sus instalaciones 4,5 millones de viajeros, de los que prácticamente el 60% (unos 2,4 millones) eligen Tánger-Med como destino. El resto viaja a Ceuta, la ciudad española del continente africano.
En el puerto de Tarifa, el más meridional de la Península Ibérica y más cercano a Tánger, se vivía también esa mencionada tranquilidad. Hoy día, Tarifa es solo paso para pasajeros (de su muelle viajan a la ciudad tangerina 1,5 millones de personas anualmente). Las inmediaciones de sus dársena lucen desiertas. "Estamos a media mañana y en el aparcamiento no hay nadie, está totalmente vacío. Esto no lo he visto yo en la vida", comentan desde la garita.
José Chiquiri, un clásico hostelero de las inmediaciones del puerto de Tarifa, regenta un bar cuya clientela está compuesta principalmente por viajeros.
"Esto puede ser la ruina, yo soy un pequeño negocio y tendré que aprovechar estos días para limpiar, ordenar y hacer la puesta a punto del bar… Si para Semana Santa no hay movimiento, muchos tendremos que cerrar", asegura.
En las oficinas de FRS, una de las compañías que operan los buques y ferries, también hay preocupación. Ofrecen teléfonos de asistencia a los pasajeros y han puesto a disposición de las autoridades sus servicios. Todo el trabajo se concentra ahora en la conexión con las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
Ceuta, un oasis contra el coronavirus, por el momento
Desde Algeciras, más de una treintena de ferries conectan con Ceuta aunque, una vez allí, el paso fronterizo al Reino de Marruecos esté cerrado. Rabat se cura en salud, pero cierra la puerta así a los 800.000 turistas procedentes de España, que es -junto a Francia- el principal origen de visitantes al reino alauí cada año. "Muchos de nuestros inquilinos, alrededor de un 40%, son marroquíes de turismo o que transitan a España y españoles de viaje. También teníamos empresarios de la Península que van a Marruecos. Es pronto para hablar de consecuencias y hacer cuentas, pero estamos teniendo un aluvión de cancelaciones", explica preocupado al teléfono Alejandro Becerra, uno de los 15 empleados del Hostal Central de Ceuta, cercano al puerto.
Desde la Delegación de Salud del gobierno de Ceuta, Adela Toledo explica que están trabajando exhaustivamente con todos los que retornan a Ceuta desde la Península.
"Tenemos un registro de retornados y de estudiantes que actualizamos continuamente. Muchos de ellos vienen de Madrid. A todos se les hace un cuestionario y se les monitorea para que, en caso de tener el más mínimo síntoma, no salgan de casa o acudan a un centro sanitario", apunta esta responsable.
En Ceuta son conscientes de que la llegada del COVID-19 es cuestión de tiempo, pero señalan que "cuanto más se pueda hacer por espaciar los casos, mejor será la respuesta sanitaria. La Delegación de Gobierno también se cura en salud y ha decretado la "recomendación obligada de cierre" a pubs y discotecas. "A pesar de estar en Nivel 0, tenemos que tomar estas medidas precisamente para seguir estando libres de virus", afirma el Consejero Javier Guerrero.