En un momento en que las plazas bursátiles del mundo encadenan su segunda semana de fuertes pérdidas, la cuestión de la seguridad es pertinente para los inversores. En España, el Ibex-35 cierra la primera semana de marzo con una caída en torno al 4% y acumula un 14% de pérdidas desde que hace dos semanas el brote de coronavirus prendiera en Italia.
"La liquidez de este activo es una gran ventaja, siempre es rentable", afirma Tomás Epeldegui, director de Degussa España, el principal operador del país con este metal. Según él, el oro es un activo físico que va mucho más allá de su posición estratégica. "Es una diversificación más, pero para tenerla en un patrimonio, no en una cartera financiera", explicó a los medios.
Y aunque parece que la epidemia de coronavirus también ha frenado el precio de este metal precioso, lo cierto es que la onza troy (31,1 gramos) cotizó al cierre de la primera semana de marzo a casi 1.679 dólares (un 6% más respecto a la anterior). Y hay visos de que a final de año alcance los 2.000.
¿Es esto una ventaja? Es difícil saberlo, pero "el oro el oro es un valor que se comporta de manera positiva tanto en épocas expansivas como recesivas", concluye Epeldegui.
El caso es que los mercados de materias primas se han visto sacudidos también por el desplome del petróleo (bajada de un 4,5% del barril Brent de referencia, que ya cuesta sólo 47 dólares). El hecho acontece con el telón de fondo de la reducción en la producción acordada por la OPEP de más de 1,5 millones de barriles diarios para hacer frente a los daños ocasionados por la epidemia de coronavirus, medida a la que Rusia se ha negado.
El oro podría subir hasta máximos históricos si la amenaza del coronavirus se convierte en una pandemia, según Deutsche Bank https://t.co/VednYePRWB vía @BIEspana #oro #inversion #CoronavirusESP #COVID19 pic.twitter.com/i0CffQJRfi
— Degussa España (@DegussaMadrid) March 5, 2020