"El jueves [el 5 de marzo] abordaremos con Putin la situación en Idlib y espero que después de nuestro encuentro se logre un alto el fuego", dijo Erdogan al intervenir en Ankara.
Además, Erdogan declaró que su país no tiene problemas con Rusia e Irán en Siria.
"Más no podemos soportar esa carga", dijo.
La tensión en la zona desmilitarizada de Idlib, creada en 2018 por un acuerdo entre los presidentes de Rusia y Turquía, fue en aumento a principios de febrero debido al intercambio de ataques entre los militares turcos y sirios, después de que Damasco lanzara una ofensiva para recuperar el control de esa gobernación, el último bastión de los grupos terroristas y rebeldes.
La situación se agravó todavía más después de que el grupo terrorista Hayat Tahrir al Sham (anteriormente conocido como Frente al Nusra, prohibido en Rusia) lanzara el 27 de febrero ataques masivos en Idlib a los que el Ejército sirio respondió con un bombardeo aéreo que mató a 34 soldados turcos, mientras que más de 30 resultaron heridos.
Nada más enterarse de las bajas entre los militares turcos, la parte rusa tomó medidas para que las tropas sirias cesaran el fuego, y para que Turquía pudiera trasladar a los muertos y heridos a su territorio.
El Ministerio de Defensa de Rusia subrayó que en ningún momento se empleó la aviación de combate rusa en la zona.
En la madrugada del 28 de febrero, las fuerzas turcas lanzaron varios ataques de represalia contra los soldados sirios que combaten a los terroristas en Idlib.
Refugiados sirios
En cuanto al flujo de migrantes, el presidente turco agregó que Turquía no planea cerrar para refugiados sirios su frontera con la Unión Europea.
"Han llamado y han pedido que cerremos la frontera, he dicho que es tarde, Occidente debe compartir la responsabilidad de los refugiados", dijo Erdogan.
El mandatario turco advirtió que "millones [de refugiados] se dirigirán en breve hacia las fronteras" con los países de la UE.
"Terminó el período de altruismo unilateral por nuestra parte", enfatizó.
Erdogan informó que para este 2 de marzo tiene programada una reunión con el primer ministro de Bulgaria, Boiko Borisov, y para el martes 3, una conversación con la canciller federal de Alemania, Angela Merkel.
Tras el agravamiento de la situación en la provincia siria de Idlib, Turquía anunció que no podrá seguir conteniendo los flujos de migrantes y refugiados y abrió sus fronteras con la UE.
Por su parte, el alto comisionado de la ONU para los refugiados, Filippo Grandi, informó a Sputnik que las tensiones entre Ankara y Damasco en Idlib en los últimos días provocaron el aumento del número de sirios que abandonan Idlib.
"En la provincia de Idlib, en el norte [de Siria], hay alrededor de 900.000 personas desplazadas en los últimos meses, (...) pero (ese proceso) se aceleró en los últimos días", dijo Grandi en los márgenes de la segunda edición del Foro Humanitario Internacional de Riad.
El alto comisionado se mostró preocupado por la situación en la mencionada región y aseguró que la ONU trabaja junto con varias oenegés locales para ayudar a las personas desplazadas que necesitan tiendas de campaña o cualquier otra cosa que las proteja de las temperaturas bajas.
Grandi reiteró la necesidad de encontrar una solución diplomática al conflicto porque "la militar provocaría aún más dificultades para los civiles".
"Desde las 6 de la mañana del domingo [el 1 de marzo] y hasta las 6 de la mañana del lunes [el 2 de marzo], a lo largo de la frontera de Évros se emprendieron intentos de penetrar en el territorio de Grecia a través de los agujeros en la valla o cruzando el río", dijo la fuente a la prensa.
Precisó que desde el territorio griego se rechazaron 9.877 intentos de entrada ilegal y fueron arrestadas 68 personas.
En cuanto a la parte turca, la fuente comentó que en la zona de Kastanies siguen utilizándose sustancias químicas (gas lacrimógeno) y botes de humo, en un intento de dispersar a las fuerzas griegas.